La Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia ha trasladado ya a varios concesionarios de las
marcas Audi, Seat, Volkswagen, Nissan, Toyota, Land Rover, Hyundai y Opel el
pliego de concreción de hechos derivado de la investigación que inició en junio
de 2013 por posibles prácticas anticompetitivas en el sector de la distribución
comercial de coches.
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En él, el instructor de la CNMC estima que concesionarios
pertenecientes a la misma red pactaron entre ellos una especie de política de
no agresión por la que se comprometían a no realizar descuentos finales por encima
del 4%.
Según ha podido saber
CincoDías de fuentes conocedoras del estado del expediente, la CNMC considera
probado que las redes de distribución investigadas participaron de un sistema
organizado para evitar la concurrencia dentro de sus propias concesiones y
filiales. Los concesionarios más afectados se concentran en las zonas de mayor
población, especialmente en Madrid y Barcelona, donde las ventas son más altas
y la competencia, más agresiva.
Exención
Puntos de venta de la misma
red pactaron no bajar precios más de un 4%
De acuerdo con fuentes
conocedoras de las investigación, los antecedentes del pliego de concreción de
hechos aseguran que el 24 de abril de 2013, Seat presentó “en la CNMC una
solicitud de exención del pago de la multa o, subsidiariamente, de reducción
del importe de la multa, en beneficio de la citada empresa, de todas sus
filiales directas e indirectas y del grupo al que pertenece Seat [el alemán
Volkswagen], en relación con determinadas prácticas anticompetitivas en el
sector de la distribución de vehículos de motor de concesionarios propios e
independientes, consistentes en la fijación de precios y condiciones
comerciales para la venta de vehículos de las marcas Volkswagen, Audi y Seat,
aportando pruebas documentales”. A raíz de esta solicitud, el organismo inició
las diligencias para determinar si concurrían circunstancias que justificasen
la incoación de un expediente sancionador.
La marca de VW denunció para
evitar una multa millonaria para ella y sus filiales
Portavoces oficiales del
grupo Volkswagen en España afirmaron ayer a este diario, al respecto de esta
información sobre Seat, que “el grupo Volkswagen en España tiene conocimiento
de que la CNMC ha iniciado una investigación a empresas fabricantes y
distribuidoras de vehículos de motor en España por posibles conductas
anticompetitivas. Debido a la propia naturaleza de la investigación, no podemos
realizar ningún comentario al respecto”.
“El grupo Volkswagen en España está cooperando con la CNMC durante el
proceso de investigación”, concluyeron estos mismos portavoces de la filial
española de la automovilística alemana.
Medios cercanos a la
investigación aseguran que la compañía, que se ha beneficiado del programa de
clemencia establecido por la CNMC para incentivar la denuncia de cárteles a
cambio de inmunidad y no tener que hacer frente al pago de multas
independientemente del grado de implicación en el cártel en cuestión, estudiaba
una transacción comercial relativa a sus filiales. Entre la documentación que
llegó a sus manos en el proceso de due dilligence encontró datos y pruebas que
demostraban la existencia del cártel.
La filial española del grupo
Volkswagen se decidió a denunciar, según fuentes del proceso, para que el
precio de su operación no se viera afectado por la posibilidad de que las
autoridades se enteraran por otros medios y la multara, ante la CNMC, que puso
en marcha un investigación que hoy afecta ya a a 114 empresas. El proceso
comenzó a finales de agosto de 2013.
Tras inspeccionar y
registrar varias empresas del sector y las sedes de las asociaciones de
concesionarios de Volkswagen, Audi y Skoda (Acevas) y Seat (Ancosat), la CNMC
incoó un expediente sancionador contra Seat, y 11 concesionarios propios de la
marca, más otros 43 independientes y contra las asociaciones Acevas y Ancosat y
las empresas Ant Servicalidad y Howarth Auditores España.
La incoación de este
expediente se amplió el 29 de abril de 2014 a 18 concesionarios, a los que se
unieron otros 31 centros el pasado 31 de julio, alcanzando 107 entidades
incoadas por posibles prácticas anticompetitivas. El pasado 30 de septiembre,
se incrementó en otras siete empresas.
Preocupación en los
concesionarios.
En la distribución del
automóvil, la preocupación es tangible. Desde la patronal Faconauto, declinaron
hacer comentarios al respecto pero los empresarios del sector mudan el gesto al
hablar de este tema. Al fin y al cabo, las posibles multas tendrán un doble
impacto sobre un sector muy vapuleado por la crisis. Por un lado, la imagen de
los concesionarios se verá muy afectada, por más que los infractores no lleguen
al 10% del total de la red. Hay 2.500 concesionarios de venta de coches en
España frente a las 114 empresas expedientadas. “Es un sector altamente
competitivo, es imposible que se hayan pactado precios”, señalaba ayer un
empresario. En su opinión, “los concesionarios compiten con otras marcas pero
también entre sí y el margen de maniobra es escaso”.
Por otro lado, unas multas
demasiado altas supondrán el final de muchas de las empresas implicadas. La
CNMC considera la investigación de los cárteles una de sus actividades
prioritarias, “dada la especial gravedad de sus consecuencias sobre los
consumidores” y las multas, que podrían llegar al 10% de la facturación de cada
establecimiento, no son asumibles en una industria que apenas roza la
rentabilidad. En el caso de las empresas más grandes del sector, podrían rozar
el medio millón de euros por establecimiento.
En concreto, la rentabilidad
de los concesionarios cerró el año pasado en equilibrio, sin ganancias pero
también sin pérdidas después de cuatro años de números rojos. En el primer
trimestre del presente ejercicio se consolidó esta tendencia de recuperación
cerrando el periodo con cifras positivas. Ha sido el primer trimestre en cuatro
años en que el primer período del año arroja números negros, según datos de
Snap-On Business Solutions para la Asociación Nacional de Vendedores de
Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Son números negros pero
pequeños. La rentabilidad en el primer trimestre fue de un 0,1% sobre la
facturación, un porcentaje escaso comparado con una multa del 10% sobre sus
ventas a la que se exponen.
¿Cártel de fabricantes o
solo cambio de datos?
La investigación de la CNMC,
la mayor llevada hasta ahora por el organismo que vigila la competencia en
España, tiene además una segunda derivada no menos importante. A resultas de la
investigación que lanzó contra las redes comerciales, halló indicios
suficientes para abrir una pesquisa contra los fabricantes.
En esta investigación están
incluidas Renault, Toyota, Nissan, Chrysler, General Motors, Fiat, Ford, Honda,
Kia, Peugeot Citröen, Volkswagen y las consultoras Urban Science y Snap-on,
pero va un poco más retrasada.
De acuerdo con fuentes
cercanas a una de las investigadas, la CNMC no ha trasladado aún a estas
empresas el pliego de concreción de hechos de los que la acusa. “Aunque está al
caer. Antes de finales de mes lo recibiremos”, según reconocen los medios
citados. En este caso, la CNMC ha construido la denuncia en base a indicios que
podrían ser constitutivos de prácticas anticompetitivas “consistentes en
acuerdos para el intercambio de información comercialmente sensible y
estratégica entre fabricantes”. La línea de defensa de los fabricantes niega
que un presunto acuerdo para intercambiar información comercial sea posible
juzgarlo como una cártel de precios y así lo han argumentado ante la CNMC,que
sí se inclina a interpretarlo como un pacto de precios. La diferencia es
enorme. Las multas que pueda imponer varían enormemente. En el caso de que se
interprete como cártel puede llegar hasta el 10% de la facturación de los
infractores. Sin duda una de las mayores sanciones impuestas hasta ahora en
España.
Fuente: Cinco Días
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