Son vehículos de una o más ruedas, de una única plaza y
propulsados exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al
vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h.
No pueden circular por las aceras y tienen prohibida la
circulación en vías interurbanas, travesías, autopistas, autovías o túneles
urbanos.
Sus conductores están sometidos a las mismas tasas máximas de
alcohol permitidas por la Ley de Seguridad Vial, así como a la prohibición de
conducir con presencia de drogas en el organismo. Tampoco pueden llevar
auriculares puestos, ni hacer uso del móvil o cualquier otro dispositivo
mientras van conduciendo.