¡DISCULPA UN MOMENTO!
Es algo cada vez más frecuente
comprobar, cuando conducimos un vehículo o cruzamos una calle, los ambientes de
crispación e irritabilidad que acontecen a nuestro alrededor y en los que, a
veces, nos vemos envueltos. Y como muchas personas nos arrogamos un alto grado
de permisividad, al mismo tiempo que elevamos el nivel de exigencia con
nuestros semejantes, pensamos que la razón está siempre de nuestra parte. Y
claro, en un escenario de estas características, pedir disculpas es algo cada
vez menos frecuente… Además, muchas veces, consideramos que disculparse es
admitir la culpa y que eso nos hace vulnerables. En definitiva, que la petición
de disculpas, hoy en día, ha pasado de ser cada vez menos frecuente a casi
brillar por su ausencia.