La medida afecta a 2.719 señales de la Red de Carreteras del
Estado.
Los tres objetivos fundamentales son reducir la siniestralidad,
disminuir los límites máximos de velocidad de los diferentes vehículos y
avanzar hacia el establecimiento de un sistema vial seguro.
Los directores generales de Tráfico y de Carreteras han
presenciado el cambio de la última señal con límite 100 km/h.
En 2017, de las 1.321 víctimas mortales que fallecieron en vías
interurbanas, 1.013 lo fueron en carreteras convencionales