La medida afecta a 2.719 señales de la Red de Carreteras del
Estado.
Los tres objetivos fundamentales son reducir la siniestralidad,
disminuir los límites máximos de velocidad de los diferentes vehículos y
avanzar hacia el establecimiento de un sistema vial seguro.
Los directores generales de Tráfico y de Carreteras han
presenciado el cambio de la última señal con límite 100 km/h.
En 2017, de las 1.321 víctimas mortales que fallecieron en vías
interurbanas, 1.013 lo fueron en carreteras convencionales
Hoy entra en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de
Circulación, referido a los límites de velocidad en carreteras convencionales y
estableciendo como velocidad genérica máxima en dichas vías los 90 km/h.
Dentro de la Red de Carreteras
del Estado, las carreteras con calzada de más de 7 metros de anchura tienen una
longitud de 11.856 kilómetros, de los más de 14.419 kilómetros de carreteras
convencionales que tiene la Red de Carreteras del Estado. A tal efecto, la
Dirección General de Carreteras, a través de sus demarcaciones territoriales,
así como el resto de titulares de la vía (diputaciones, comunidades autónomas,
cabildos…) han procedido durante los últimos 30 días a la retirada o cambio de
señales con los antiguos límites de velocidad. En total, el número de señales
cambiadas en la Red de Carreteras del Estado ha sido de 2.719 con un coste
aproximado de 526.000 € (sin IVA).
El director general de
Tráfico, Pere Navarro, ha señalado
durante el acto en el que se ha procedido a cambiar la última señal de tráfico
con límite a 100 km/h, y en el que también ha participado el director general
de Carreteras, Javier Herrero, que “esta reducción de la velocidad debe ir
acompañada de una mayor vigilancia y control por parte de las policías
encargadas de la vigilancia del tráfico
y de mejoras y actuaciones en el
diseño de las infraestructuras por parte de los titulares de la vía”.
Por su parte el Director General de Carreteras, Javier Herrero, ha explicado que “uno de los objetivos que
tiene el Ministerio de Fomento es la seguridad en las infraestructuras de su
titularidad, por ello, en plena colaboración con la Dirección General de
Tráfico hemos ido sustituyendo la señalización en todo el territorio con el
objetivo primordial de poder aumentar la seguridad viaria. Además,
paralelamente, llevamos a cabo actuaciones para mejorar la propia
infraestructura como refuerzos de firme, balizamiento, etc. Sin olvidar las
nuevas carreteras que vamos poniendo en servicio”.
PRINCIPALES OBJETIVOS
El principal objetivo de la
medida es reducir la siniestralidad vial y cumplir el objetivo establecido en
la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar de 37 la tasa de fallecidos
en accidente de tráfico por millón de habitantes. En contraposición, en 2017 la
tasa fue de 39.
Otro de los objetivos es
converger con Europa. La mayoría de los países de la Unión han ido adoptando
medidas de reducción de las limitaciones de velocidad en aquellas vías en las
que no hay separación física de sentido, siendo la tendencia mayoritaria la
limitación de 90 km/h aunque algunos países ya han apostado por establecer en
estas vías limitaciones de 80 km/h, como Suecia y Holanda, referentes en
seguridad vial (1).
Reducir la diferencia de
velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto de
los turismos. Según diferentes estudios, los vehículos que circulan a
velocidades dispares de la media de la vía, como pueden ser los camiones en
relación a coches y motos, son más susceptibles de provocar un accidente, con
una probabilidad 6 veces mayor que si estos vehículos circularan a la media del
resto. Del mismo modo, velocidades de circulación más homogéneas favorecen la
fluidez del tráfico.
También, como objetivo
prioritario, está el avance hacia el establecimiento de un sistema seguro vial,
que consiste en tratar de minimizar las consecuencias negativas de un potencial
accidente. Los límites de velocidad son el instrumento adecuado para equilibrar
las necesidades de movilidad y seguridad ya que a menor velocidad, el impacto
en caso de siniestro es menor.
RAZONES DE PESO
Esta bajada de velocidad se
produce en aquellas vías donde se registra el mayor número de víctimas (en
torno al 75-80% de media en los últimos 5 años) y en las que la velocidad es un
factor concurrente.
En 2018 han fallecidos 877
personas en estas carreteras. El accidente más frecuente es la salida de la vía
que representa el 40% de los accidentes mortales, seguido de las colisiones
frontales con el 27%. Muchos de estos accidentes están relacionados con
pérdidas de control debido a velocidades excesivas. (2)
A mayor velocidad, mayor
distancia de detención (3). En condiciones óptimas, de vehículo, carretera,
conductor y atmosféricas, a 90 km/h se necesita 70 metros para detener el
vehículo y a 100km/h la distancia se eleva a los 84 metros, o lo que es lo
mismo, más de lo que mide de ancho un campo de futbol. Con el suelo mojado, la
distancia de detención aumenta casi un 70%
Asimismo, a mayor velocidad
menor campo de visión (4). Un conductor circulando a 65 km/h tiene un ángulo de
visión de 70 grados, a 100km/h el ángulo de visión se reduce a 42 y a 150 km/h
dicho ángulo es de 18 grados, es decir, solamente ve el centro de la carretera.
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