Todavía
queda mucho (bastante) tiempo hasta que los vehículos eléctricos ocupen al 100%
las carreteras de todo el mundo, de forma que mientras tanto no nos queda otra
que buscar fuentes alternativas para nuestros automóviles como puede ser, por
ejemplo, el agua. Lo que lees. Una compañía alemana llamada Sunfire GmbH ha
desarrollado la que han bautizado como tecnología Power-to-Liquid, capaz de
convertir H2O y dióxido de carbono en hidrocarburos líquidos como diesel
sintético, queroseno y petróleo. Para ello hace uso del conocido proceso
químico Fischer-Tropsch así como de celdas electrolizadoras de óxido sólido
(SOEC).
Las
SOEC son empleadas para convertir electricidad en vapor (el oxígeno se elimina
del vapor para producir hidrógeno, que a su vez es utilizado para reducir el
CO2 en monóxido de carbono). El resultado son H2 y Co, sintetizados
posteriormente por el mencionado proceso químico de Franz Fischer y Hanz
Tropsch.
Según
Sunfire, su sistema tiene una eficiencia del 50%, pero esperan incrementarlo
hasta el 70% en el futuro, siendo su nivel de producción ahora mismo además de
un barril de combustible al día. ¿Su mayor problema entonces? El papeleo. La
compañía necesita obtener todos los permisos y regulaciones pertinentes para
conseguir así inversores que decidan apostar por ellos y tirar hacia adelante
con su proyecto. ¿Alguien más cree que dicha misión no será tan fácil?
VÍA : CNET
FUENTE : Sunfire (PDF)