La escasez de semiconductores y chips está golpeando de lleno a la industria automovilística. Si este jueves Stellantis anunció la suspensión de su actividad en las plantas de Zaragoza y Vigo y Seat actuará de la misma manera en Martorell, este viernes se ha conocido que Toyota recortará en septiembre su producción mundial un 40% y Audi mandará a un total de 10.000 empleados a ERTE en dos factorías de Alemania.