Las subastas de vehículos a
menudo las copan verdaderas joyas de la automoción que, a pesar de que solo
unos pocos afortunados puedan optar a su adquisición, sirven de deleite visual
para los aficionados a las cuatro ruedas. Estos van desde modelos históricos
como el primer Mini o la Vespa más antigua del mundo hasta otros que se han
visto revalorizados por las personalidades que los detentaron. El último
ejemplo de ello es el Lamborghini Huracán LP610-4 del Papa Francisco, que
saldrá a subasta el próximo 12 de mayo en Mónaco con fines benéficos.