La competición de coches eléctricos
es una realidad cada vez más cercana. Algunos de los competidores ya han
presentado los coches que van a usar en la carrera.
Con la Formula E nos estamos dando
cuenta de que los vehículos eléctricos también pueden ser divertidos en
competición, dentro de un circuito, aunque es más que probable que haya muchos
puristas que no estén de acuerdo con esta afirmación. Que este tipo de coches
compitan seriamente es una realidad necesaria, ya que es una forma de probar
tecnologías: las carreras se convierten en laboratorios rodantes de los que
tomar prestados cosas en la vida real.