Hacer o no hacer los deberes a tiempo. Esa es la cuestión
que ante una situación de crisis y parón del consumo como el que vivimos en la
actualidad puede llevar a un sector a destruir empleo de forma masiva o, por
contra, ser capaz de salvaguardar tanto los puestos de trabajo como la
estructura industrial.
Uno de los mejores ejemplos en el primer caso lo
constituye el sector aéreo, con casi 9.000 despidos sólo en el último año ante
su incapacidad de adaptarse al segmento del low cost. Y eso a pesar de que el
número se pasajeros se ha incrementado con fuerza gracias al turismo, batiendo
incluso en plena crisis récords absolutos.
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