Crema Catalana Casera
1. Vierte un litro de leche en una cacerola y añade una
rama de canela y una corteza de un limón.
2. Ponlo a fuego fuerte y justo cuando empiece a hervir,
lo bajas dejándolo así 5 minutos. Después lo reservas con la cacerola tapada,
para que la leche siga adquiriendo el sabor.
3. Separa 8 yemas de las claras, y las pones en un bowl.
Añade 150 gramos de azúcar y lo bates con una batidora de varillas: primero
lento y luego a más velocidad hasta que la mezcla se ponga más blanquecina y
espumosa, y el azúcar se haya disuelto.
4. Ponle a las yemas 2 cucharadas de maicena y bates con
la máquina de varillas hasta que esté todo bien integrado.
5. Después vierte la leche en la mezcla con la ayuda de un
colador, quitando la rama de canela y la corteza de limón. Mezcla durante un
segundo con la máquina de varillas eléctrica.
6. Una vez tengas toda la mezcla integrada, la pones de
nuevo en el fuego a nivel medio. Remueve con una varilla de mano hasta que
empiece a hervir. Verás que empieza a espesar, pero no lo dejes muy muy espeso
porque al enfriar también va a espesar y queremos que quede cremoso.
7. Una vez la crema haya espesado lo suficiente, la
retiras del fuego y la sirves en cazuelitas de barro.
8. Deja que se atempere 10 minutos y metes la crema en la
nevera durante 3 horas hasta que repose y enfríe. Ten en cuenta este tiempo de
reposo por si quieres servir la crema el mismo día o de un día para otro.
9. Antes de servir, espolvorea con una cuchara una fina
capa de azúcar por encima de cada cacerola. Y ahora llega la hora de dar ese
toque doradito y crujiente a la crema que tanto nos gusta. Con un soplete
empieza a quemar, a cierta distancia, el azúcar hasta hacer una fina capa de
caramelo.