Volvo Cars está realizando importantes inversiones para diseñar y desarrollar internamente los motores eléctricos de la generación próxima de modelos Volvo. Esta iniciativa forma parte del objetivo de la compañía de convertirse en un fabricante de vehículos exclusivamente eléctricos.
La compañía inauguró la pasada semana un nuevo laboratorio de motores eléctricos en Shanghái (China), la última incorporación a su red global de centros para el desarrollo y prueba de componentes para vehículos eléctricos. Este laboratorio viene a sumarse al proyecto de desarrollo de motores eléctricos actualmente en curso en Gotemburgo (Suecia) ya los ultramodernos laboratorios de baterías de China y Suecia.
Al asumir las funciones del motor de combustión interna en la ingeniería automovilística, los motores eléctricos son, junto con la batería y la electrónica de potencia, un componente fundamental de los vehículos eléctricos. La interacción entre estos tres componentes es crucial para desarrollar vehículos eléctricos de alta gama.
Internalizar el desarrollo de los motores eléctricos permitió a los ingenieros de Volvo Cars seguir optimizando tanto los motores como toda la línea motriz eléctrica de los nuevos modelos. Con este enfoque, los ingenieros podrán seguir mejorando la eficiencia energética y el rendimiento global.
«Diseñar y desarrollar los motores de forma interna nos permite afinar nuestros motores a niveles cada vez mejores», señala Henrik Green, director de tecnología de Volvo Cars. «La mejora constante de los niveles de rendimiento en términos de eficiencia energética y confort es la base de una experiencia de conducción eléctrica que solo Volvo puede ofrecer».
Los motores eléctricos son los artífices de las prestaciones que caracterizan a los vehículos eléctricos, como la aceleración instantánea o la conducción con un solo pedal, en la que el conductor utiliza el pedal del acelerador tanto para acelerar como para frenar (bien pisando el pedal o bien levantando el pie del pedal).
El laboratorio de motores eléctricos recién inaugurado en Shanghái está operativo desde el mes pasado. Se centrará principalmente en el desarrollo de motores eléctricos para vehículos híbridos y 100% basados en la futura arquitectura modular de vehículos SPA2 de Volvo Cars.
Las inversiones en el diseño y el desarrollo de motores eléctricos son un paso más hacia el cumplimiento del plan climático y la estrategia de electrificación de Volvo Cars. Para 2025, la compañía aspira a que la mitad de su volumen de ventas globales corresponde a vehículos totalmente eléctricos y el resto a vehículos híbridos.
La electrificación forma parte del plan climático integral de Volvo Cars, que tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono en todas sus operaciones y productos para convertirse, antes de 2040, en una compañía que no tiene ningún impacto sobre el clima.
Este plan no se limita al objetivo de reducir las emisiones de escape mediante la electrificación; también se reducirán las emisiones de carbono en la red de fabricación y las operaciones generales, así como en la cadena de suministro y en las operaciones de reciclaje y reutilización de los materiales.
Como primer paso concreto para alcanzar esta visión en 2040, la empresa se ha propuesto reducir la huella de carbono de todos sus vehículos a lo largo de su vida útil en un 40% entre 2018 y 2025.
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