La situación actual plantea
importantes trabas para el funcionamiento normal de muchos talleres
CETRAA (Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines) y CONEPA (Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción), organizaciones empresariales estatales del sector de talleres de mantenimiento y reparación de vehículos automóviles y motocicletas, han denunciado ante la Secretaría de Estado de Medio Ambiente la acuciante situación de los talleres por la actual gestión de los neumáticos fuera de uso (NFU).
En la misiva, las patronales
urgen a la colaboración ministerial en un problema que afecta por partida
triple: la empresarial, que afecta a los talleres en su día a día y repercute
negativamente en la organización de su actividad y en la gestión de la
prevención de riesgos para las personas e instalaciones, y la ambiental, dado
que la situación planteada ocasiona así mismo grandes riesgos para el medio
ambiente.
Similares comunicaciones están
realizando las distintas asociaciones de talleres integradas en CETRAA y CONEPA
ante las autoridades competentes de las diversas comunidades autónomas.
El artículo 8 del Real Decreto
1619/2005 regula los sistemas integrales de gestión (SIG) que se encargan de la
gestión de los neumáticos fuera de uso (NFU) y que deben ser autorizados por
las comunidades autónomas en cuyo territorio van a desarrollar su actividad.
Estos trabajan a través de un sistema de cupos de recogida: según han
manifestado en numerosas ocasiones, únicamente están obligados a recoger la
cantidad correspondiente a los introducidos en el mercado nacional de reposición,
durante el ejercicio anterior, sin tener en cuenta que muchos de esos
neumáticos nuevos pueden proceder de stocks ya existentes de distribuidores o
de los propios talleres.
Esto provoca varios perjuicios
importantes al colectivo. Por un lado, los talleres de apertura reciente se
encuentran con numerosas dificultades para poder darse de alta en los SIG como
punto de recogida. Por otro, los plazos de recogida establecidos por los SIG,
que suelen ser de 10 días, se demoran ente dos y tres meses. Esto deriva en un
problema de espacio para el taller, que puede verse obligado a alquilar naves
para guardarlos o incluso dejar de ofrecer este servicio a sus clientes.
Paralelamente, la acumulación de NFU en las instalaciones conlleva un
importante peligro para la seguridad y salud de los trabajadores debido al
significativo incremento de la carga de fuego que supone el excesivo
almacenamiento de neumáticos ante un posible incendio.
A esto hay que añadir que el
mínimo para solicitar una recogida es de 100 unidades. Si consideramos que la
mayoría del sector está compuesto por pymes y micropymes, estas cantidades se
aseveran demasiado elevadas para guardarlos en el propio taller.
Por último, cuando finalmente
tiene lugar la recogida, los profesionales de la reparación se encuentran con
que en ocasiones se realiza de manera parcial y selectiva; los transportistas
de las SIG seleccionan las mejores unidades para su posible reutilización,
desechando aquellas que presentan grietas o deformaciones y que, obviamente,
solo podrían ser destruidas.
Como en otras ocasiones,
CETRAA y CONEPA se unen ante la Administración para trasladar un mensaje con
una única voz. Aquí, solicitan al Ministerio que intervenga y actúe regulando
de manera más efectiva los procedimientos de recogida y tratamiento de NFU para
conseguir el objetivo para el cual se legisló en su día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.