MÚSICA EN EL COCHE
Verano atípico con ingentes
medidas de seguridad debido al Covid-19. En la playa, piscinas o en la montaña
todos tenemos en nuestra mente el mejor verano de nuestra vida.
Teniendo en cuenta que todos
estamos sensibilizados, que todos somos responsables y que todos empezamos a
vivir esta nueva normalidad. Es el mejor momento para convertir este verano en
una nueva novela de nuestra vida para disfrutar un año más, aunque no lo consigamos,
del mejor verano de nuestra vida.
Tiempo tendremos, si me lo
permiten, de hablarles de las ayudas del gobierno al sector del automóvil para
comprar coches nuevos y aligerar de auténticas
cafeteras de la calzada, esos vehículos
que nos llevan y nos traen a ritmo envejecido pero que son tan lícitos como los
vehículos nuevos, ya que estos han tenido que pasar cada año a partir de los
diez, la Inspección Técnica de Vehículos. Así que tontería las precisas. ¿Es
que contaminan?, ¿es que no son híbridos o
eléctricos?, lo que ustedes quieran, pero están revisados y pasan los filtros
legales pertinentes, por lo tanto, no tienen que ir a morir al cementerio de
los elefantes y, sobre todo, cuando acabamos de
pasar por uno de los peores momentos de nuestra historia, y algunas personas se están recuperando de su salud y otros, de sus bolsillos.
Hoy quiero que recordemos esos
radiocasetes enormes que nos acompañaban en nuestros primeros vehículos,
aquellos que no venían de serie en nuestro Simca 1000, Seat 600 o Seat 850. Y
que antes en casa, grabábamos las mejores canciones de aquella época, estoy
convencido que cada uno de nosotros tuvimos una Banda Sonora del verano que
sonaba primero en nuestro coche, y después en aquellas multitudinarias
discotecas nocturnas donde dejábamos que pasara nuestra vida sin preocuparnos
de otra cosa que no fuera disfrutar y escuchar esa música, que itinere nos
envolvía entre nuestra casa y nuestro lugar de vacaciones.
Los italianos en la segunda
década de los setenta dejaron una profunda huella en mis idas y venidas, sin
olvidar en español:
Los Diablos con Un rayo de
sol, Roberto Carlos con ese Gato triste y azul o ese Mediterráneo de Juan
Manuel Serrat, donde por aquella época tuve la oportunidad de verlo en directo
en aquellos Festivales de España que se celebraban en la Plaza de España de
Sevilla.
Pero en inglés, sonaban también, en
el radiocasete de mi coche, canciones preciosas como El Año del Gato de Al
Stewart, If you leave me now de Chicago, o esa Mujer de magia negra de Carlos
Santana, podría escribir un libro sobre esas canciones de los setenta e incluso
de los 80 que sonaron primero en el radiocasete y, posteriormente, en CD de los ochenta, pero hoy he querido referirme
quizá a ese primer contacto con la música y el coche, del cambio de la
adolescencia a época adulta.
Me he referido, sin duda, a esos grupos, cantantes y compositores
que nos envolvieron con sus canciones, esos que nos ayudaron a dar nuestros
primeros pasos en el coche, no solo en verano, sino en cualquier día del año.
Quien les habla, que tenía un contacto directo con la música en mi trabajo de
radiofonista, recuerdo sobre todo cuando salía de madrugada de la radio con mi música,
no la que escuchaba en la radio, sino esa que me decía algo, o que significa
tantas y tantas cosas, o sencillamente me acompañaba que era lo que justo antes
de terminar mi turno en la radio me acompañaba, una vez le daba al play de mi radiocasete y sonaba esa
música, esa canción que me llevaba en volandas hacía mi casa a esas horas de la
madrugada.
Por eso hoy, en este verano
tan atípico de 2020, he querido que nos retrotrajéramos en el tiempo, y
dejáramos atrás esa vieja normalidad para que construyéramos una nueva que
estoy seguro empezará a nacer en el seno de muchos adolescentes que empezarán a
vivir un verano como este con una banda sonora distinta a la nuestra, pero sin
duda los sentimientos no diferirán mucho
de los nuestros, solo serán distintos los soportes, USB, Spotify, y los
cantantes, y los grupos, y compositores, pero
ellos les pondrán música a nuestros primeros pasos en un verano que, como a mí, nos dejaron huella y no podremos olvidar
por muchos años que pasen.
Amigos y amigas, no dejen
pasar esta oportunidad, los amigos, la música, esas pequeñas cosas, una charla,
la lectura de un libro, o esas experiencias que os tocará vivir serán únicas
como vosotros. Este año en las fiestas de vuestros pueblos no sonará la
orquesta, pero no importa, la música la pondréis vosotros, y solo vosotros seréis protagonistas de vuestras
propias historias.
Con afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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