sábado, 5 de octubre de 2019

LA ROTONDA


SABER CONDUCIR




Soy un gran conductor”. Es una afirmación que regalamos a nuestros más allegados de vez en cuando. Nos reafirmamos especialmente de forma cualitativa y cuantitativa: Nuestro coche, moto, o camión no tiene secretos para nosotros. Y que me dicen, tengo 15 puntos en mi permiso de conducir (lo máximo), no me han puesto nunca una multa. “Es que soy un genio al volante”. Es verdad que si sumamos los dos aspectos dice mucho de nosotros, ¡la verdad es que sí!, pero no es suficiente. Es cierto que manejas muy bien tu vehículo, pero si no respetas las normas, no eres un buen conductor, ni de lejos. Y que tengas pocas sanciones por infracciones, tampoco dice nada. Es posible que seas de aquellos conductores que, mientras te puedan ver, lo hagas de forma excepcional, y después seas un irresponsable, distraído, bebedor o temerario. Mientras no te vean.


No sé si estarán conmigo, pero para ser un buen conductor, se presupone que sabes conducir un vehículo, si tienes permiso para ello y, sobre todo, debes ser una persona conocedora de las normas, responsable, equilibrado y respetuoso con tus semejantes. Cualquier clasificación sobra, ya que si haces las cosas como debes cuando conduces, lo normal es que no seas un acumulador de sanciones.

Pero si queremos hilar más fino, si queremos redondear el significado de buen conductor, deberíamos:

-      Para conducir bien hay que empezar por el principio: sentarse bien al volante. Pierda un minuto y ganará seguridad.
-      No hay que fiarse jamás de lo que no se ve con los propios ojos. Y adecuar siempre la velocidad a lo que se pueda ver y desconfiar de las curvas con poca o nula visibilidad.
-      Para detener el coche, en caso de posible colisión, solo hay que hacer dos cosas, pero hacerlas bien: frenar muy fuerte, como si tuviéramos que romper el pedal y dirigir el coche con el volante hacia un sitio seguro.
-      Hay que evitarlas y no manipular en marcha ningún tipo de dispositivo de entretenimiento de los actuales. Por supuesto, el navegador hay que programarlo en parado, antes de salir.
-      Mantener la distancia de seguridad es vital para evitar colisiones por alcance y facilitar los adelantamientos de los coches que vienen por detrás y que van a un ritmo superior.
-      En toda curva, una vez la tenemos delante, hay que imaginar un punto de entrada para iniciar el giro, un punto ideal de contacto en el interior de la curva y una zona para empezar a acelerar, a la salida, al tiempo que deshacemos el giro del volante.
-      Más del 60% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se deben al mal estado de los neumáticos. Son el único punto de contacto entre el automóvil y la carretera.
-      Aunque se puede conducir un automóvil sin saber dónde tiene el motor, los conocimientos técnicos ayudan mucho a entender su comportamiento.
-      Es fundamental que el conductor sepa cómo funciona el control de estabilidad, el avisador de vehículos en el ángulo muerto o el dispositivo que mantiene el vehículo en el carril en caso de despiste del conductor.
-      Gastar menos combustible también es, por supuesto, ser un buen conductor. Hay que comprobar la presión de los neumáticos regularmente. Después de arrancar, ponerse en marcha enseguida suavemente, sin acelerones bruscos.
-      Aprender a conducir sin nervios es mucho más fácil si te subes al coche sabiendo lo que tienes que hacer, entendiendo el vehículo, como se desarrolla la circulación, a que tienes que prestar especial atención y que reacciones te produce para poderlas controlar.

No es fácil ser un buen conductor, sobre todo, porque utilizamos el vehículo como si fuera un apéndice más de nuestro cuerpo, sin tener en cuenta todos los motivos externos e internos que inciden en la conducción. ¡Claro, en la buena conducción! Por eso hay que poner todos nuestros sentidos desde que ponemos en marcha el vehículo, hasta que lo estacionamos.

Sigo pensando que, además de las pruebas que se están realizando actualmente para obtener el permiso de conducir de cualquier vehículo, habría que pasar un test psicológico, ¡es fundamental! Todos no estamos preparados para conducir un vehículo, igual que todos no estamos preparados para tripular un avión, o estar en posesión de un arma. Incluso voy más allá, a lo largo de nuestra vida, hay momentos que, muchos de los que sí pasarían esas pruebas, no podrían conducir por estar sometidos a vaivenes de la vida (depresiones, estrés, o enfermedades transitorias que no nos permitirían conducir, sobre todo si estamos consumiendo algunos fármacos que no nos permitirían tener todos nuestros sentidos al 100%. Aunque se ha legislado ya en este sentido: La esquizofrenia también tiene consecuencias graves en la conducción. La legislación no permite obtener o prorrogar la licencia para conducir a las personas que sufren este trastorno que provoca alteraciones del pensamiento, comportamiento desorganizado, alucinaciones y delirios. No obstante, los avances en el tratamiento de la enfermedad han creado nuevas expectativas de integración de estos pacientes. Por este motivo, el Reglamento General de Conductores establece, con carácter excepcional y con el dictamen favorable de un psiquiatra o psicólogo, la obtención o prórroga del permiso con una vigencia máxima de un año.

Ser un buen conductor, solo depende de nosotros y de lo responsable que seamos a la hora de poner en marcha un vehículo, y echarnos a la carretera.

Con afecto y respeto,

Pepe Bejarano
todomotornoticias@gmail.com

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