sábado, 25 de mayo de 2019

LA ROTONDA


EL SABER NO OCUPA LUGAR



Muchas veces, los conductores de cualquier vehículo, sobre todo, los que hemos tenido que superar una prueba teórica sobre normas de circulación creemos que lo sabemos todo, y evidentemente no es así, deberíamos bajar un poco los humos y ser más humildes y, además, procurar frecuentemente darnos una vuelta por las páginas de la DGT y ponernos al día sobre los distintos test que nos proponen para mantenernos al día de todo lo relacionado con la SEGURIDAD VIAL.



Así, no nos vengamos arriba y pongámonos al día sobre estas cuestiones que a todos nos deberían preocupar, de ello depende nuestra vida y la de los demás.

 ¿Sabían ustedes que es importante regular los reposacabezas para evitar lesiones cervicales?

¿Está seguro que sabe interpretar cada señal del Código de Circulación?

O algo que vemos con mucha frecuencia, cuando los vehículos se incorporan a una autopista, existe una zona de cebreado, pues es raro aquellos vehículos que no la pisan: Unos para acortar la duración de la maniobra otros, porque ya han alcanzado el punto de velocidad adecuada para incorporarse. Lo siento, pero “no hay tu tía”. Está prohibido pisar esa zona.

Otra de las cosas que algunos no tenemos muy clara es, ¿cuál es la distancia de frenado? Es recurrente tirar del libro para darnos cuenta que efectivamente andábamos muy perdidos: sobre todo, cuando unos piensan que la distancia de frenado es el espacio recorrido desde que el conductor ve el obstáculo hasta que se detiene el vehículo, o lo que piensan otros, que es desde cuando se ve el obstáculo hasta que acciona el freno. Nada más lejos de la realidad:
Es desde que se acciona el freno hasta que el vehículo se detiene.

Estaríamos poniendo ejemplos que visualizamos o experimentamos cada día, y estamos convencidos de que estamos en posesión de la verdad, sobre todo, cuando nos vemos involucrados en un accidente y argumentamos nuestras posiciones sin tener la menor idea de lo que estamos hablando. Después, llegan los seguros y con cierta perplejidad argumentamos esa famosas expresión de, ¡ah yo creía!
Para conseguir una conducción eficiente, se debe ir siempre a una velocidad uniforme, evitando los frenazos y los acelerones. No me negarán , hoy por hoy, en cualquier ciudad, nos encontramos con conductores que, por impaciencia, prisas o deterioro de sus facultades mentales, varían continuamente su velocidad, utilizan las marchas más cortas, en definitiva, hacen un uso más que lamentable de su condición de conductor.

Y no quiero cansarles, pero cuando vemos a un conductor haciendo uso de su teléfono móvil, a estas alturas, cuando se ha demostrado que es una de las causas más frecuentes de accidentalidad, ya que el vehículo por falta de atención cambia su desviación de trayectoria produciendo de esta forma el accidente que puede implicar a otros vehículos o al suyo propio al volcar o colisionar.

En definitiva, EL SABER NO OCUPA LUGAR y sobre todo si se trata de SEGURIDAD, la suya y la de los demás.

Ponga un poco de su parte, y seguro que refrescando más sus conocimientos del día a día en la conducción, se va a sentir más seguro y capaz de afrontar una conducción más responsable y segura.

Solo, por apostillar, sigo pensando que todos, absolutamente todos los protagonistas de la vía pública, peatones, ciclistas, aquellos que utilizan artefactos para su movilidad, deberían estar integrados en cursos de Seguridad Vial niveles básicos. Si una bicicleta circula por una carretera,  su conductor, debería saber y entender las señales, verticales, horizontales, luminosas y de agentes que puede encontrarse circulando. De lo contrario, debería tener totalmente prohibido la circulación por cualquier calzada.

El conocimiento de todo cuanto nos rodea nos hará más libres y seguros.

Con todo mi afecto y respeto,

Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com

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