EL SABER NO OCUPA LUGAR
Muchas veces, los conductores
de cualquier vehículo, sobre todo, los que hemos tenido que superar una prueba
teórica sobre normas de circulación creemos que lo sabemos todo, y
evidentemente no es así, deberíamos bajar un poco los humos y ser más humildes
y, además, procurar frecuentemente darnos una vuelta por las páginas de la DGT y ponernos al día sobre los distintos test que nos proponen para mantenernos al
día de todo lo relacionado con la SEGURIDAD VIAL.
Así, no nos vengamos arriba y
pongámonos al día sobre estas cuestiones que a todos nos deberían preocupar, de
ello depende nuestra vida y la de los demás.
¿Está seguro que sabe
interpretar cada señal del Código de Circulación?
O algo que vemos con mucha
frecuencia, cuando los vehículos se incorporan a una autopista, existe una zona
de cebreado, pues es raro aquellos vehículos que no la pisan: Unos para acortar
la duración de la maniobra otros, porque ya han alcanzado el punto de velocidad
adecuada para incorporarse. Lo siento, pero “no hay tu tía”. Está prohibido
pisar esa zona.
Otra de las cosas que algunos
no tenemos muy clara es, ¿cuál es la distancia de frenado? Es recurrente tirar
del libro para darnos cuenta que efectivamente andábamos muy perdidos: sobre
todo, cuando unos piensan que la distancia de frenado es el espacio recorrido
desde que el conductor ve el obstáculo hasta que se detiene el vehículo, o lo
que piensan otros, que es desde cuando se ve el obstáculo hasta que acciona el
freno. Nada más lejos de la realidad:
Es desde que se acciona el
freno hasta que el vehículo se detiene.
Estaríamos poniendo ejemplos
que visualizamos o experimentamos cada día, y estamos convencidos de que
estamos en posesión de la verdad, sobre todo, cuando nos vemos involucrados en
un accidente y argumentamos nuestras posiciones sin tener la menor idea de lo
que estamos hablando. Después, llegan los seguros y con cierta perplejidad
argumentamos esa famosas expresión de, ¡ah yo creía!
Para conseguir una conducción
eficiente, se debe ir siempre a una velocidad uniforme,
evitando los frenazos y los acelerones. No me negarán , hoy por hoy, en
cualquier ciudad, nos encontramos con conductores que, por impaciencia, prisas
o deterioro de sus facultades mentales, varían continuamente su velocidad,
utilizan las marchas más cortas, en definitiva, hacen un uso más que lamentable
de su condición de conductor.
Y no quiero cansarles, pero
cuando vemos a un conductor haciendo uso de su teléfono móvil, a estas alturas,
cuando se ha demostrado que es una de las causas más frecuentes de
accidentalidad, ya que el vehículo por falta de atención cambia su desviación
de trayectoria produciendo de esta forma el accidente que puede implicar a
otros vehículos o al suyo propio al volcar o colisionar.
En definitiva, EL SABER NO
OCUPA LUGAR y sobre todo si se trata de SEGURIDAD, la suya y la de los demás.
Ponga un poco de su parte, y
seguro que refrescando más sus conocimientos del día a día en la conducción, se
va a sentir más seguro y capaz de afrontar una conducción más responsable y
segura.
Solo, por apostillar, sigo
pensando que todos, absolutamente todos los protagonistas de la vía pública,
peatones, ciclistas, aquellos que utilizan artefactos para su movilidad,
deberían estar integrados en cursos de Seguridad Vial niveles básicos. Si una
bicicleta circula por una carretera, su conductor, debería saber y entender las señales,
verticales, horizontales, luminosas y de agentes que puede encontrarse
circulando. De lo contrario, debería tener totalmente prohibido la circulación
por cualquier calzada.
El conocimiento de todo cuanto
nos rodea nos hará más libres y seguros.
Con todo mi afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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