jueves, 17 de enero de 2019

ÓSCAR FUERTES SALVA CON NOTA EL PENÚLTIMO EXAMEN DE UN DAKAR ÉPICO


El piloto de SsangYong Motorsport se planta a las puertas de la meta de Lima habiendo recuperado la tercera posición en la categoría T1.3.

El SsangYong Rexton DKR aguanta con paso firme el castigo de otra etapa “infernal” con un 90% de dunas.

“No os podéis hacer una idea de lo que le pedimos al coche: esfuerzos de motor, minutos a máximo régimen subiendo dunas, baches, golpes… y nos sigue trayendo aquí”, asevera el piloto.



La penúltima etapa del Dakar 2019 ha ofrecido un balance de lo más favorable para el equipo SsangYong Motorsport. Óscar Fuertes y su copiloto Diego Vallejo han salvado el examen con nota, completando la especial de 312 kilómetros en la 33ª posición después de 6 horas y 7 minutos de competición. En la general ocupan el mismo puesto, con más de 61 horas acumuladas de carrera, pero lo más importante es que el equipo español ha recuperado la tercera posición en la categoría T1.3 (todoterreno modificados gasolina de dos ruedas motrices).

No ha sido fácil, sin embargo, porque este Dakar –corto en distancia, pero grande en intensidad y dureza– no regala nada. Para muestra, esta novena y penúltima especial, con un 90% de dunas. “Esta etapa ha sido un infierno; dunas, dunas y más dunas, altísimas y con trazadas por todos lados, lo que ha hecho que la navegación fuera una locura”, asevera Óscar Fuertes.

El piloto madrileño ha vuelto a elogiar las prestaciones y resistencia del SsangYong Rexton DKR. “No os podéis hacer una idea de lo que le pedimos al coche: esfuerzos de motor, minutos a máximo régimen subiendo dunas, baches, golpes… y el Rexton nos sigue trayendo aquí”, comenta entre asombrado y agradecido el excampeón de España de Rallys de Tierra. Como premio, el equipo SsangYong Motorsport saborea ya el podio de su categoría a las puertas de la meta de Lima.

La tercera pata de este esfuerzo conjunto es la labor de Diego Vallejo en el asiento de la derecha. El copiloto gallego también ha sufrido lo suyo en una etapa que, a las dificultades propias del terreno, ha añadido una navegación muy complicada. “Ha habido un momento que le he dicho a Óscar que parase porque estaba completamente borracho de rumbos; no sabía ni dónde estaba. Pero lo he pensado un ratito, hemos encontrado el rumbo correcto y estamos muy contentos de estar aquí”, revela Diego.

Este jueves, los supervivientes del Dakar 2019 disputarán la décima y última etapa, que les llevará al podio final de Lima. No será ningún paseo, porque la jornada constará de una especial de 112 kilómetros, seguida por un recorrido de enlace de 247 kilómetros para llegar a la capital peruana. “Queda una, más corta, pero no podemos bajar la guardia; ¡cruzamos los dedos!”, aventura Diego Vallejo con optimismo y confianza.

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