Se estiman unos ingresos por
publicidad y contenidos en el automóvil 46 veces superiores a los de la propia
venta de los coches
El parabrisas, la “quinta
pantalla” que revolucionará las industrias de la publicidad, entretenimiento y
automóvil
El modelo inicial de fabricar
coches y venderlos (coches por euros), ya se está transformando en el de
ofrecer servicios de movilidad (euros por kilómetros), y con el coche autónomo,
se complementará con el de ofrecer contenidos dentro del coche (euros por horas
de visualización).
Las personas pasan 600.000
millones de horas en su coche al año. El automóvil autónomo será un ecosistema
de atención en el que consumiremos contenidos y recibiremos impactos
publicitarios.
El parabrisas se va a
convertir en la “quinta pantalla” a través de la que recibimos información,
sumándose a la TV, ordenador personal, tablet y smartphone.
Barcelona, 5 de septiembre de
2018.- “El modelo de negocio de la industria del automóvil va a cambiar por
completo y el parabrisas va a convertirse en la parte más importante de un
coche”. Estas afirmaciones, realizadas por Christoph Keese (vicepresidente de
Axel Springer) durante el Best of Belron, pueden parecer exageradas, pero nada
más lejos de la realidad.
Y es que, con la llegada del
coche autónomo, la atención de sus ocupantes estará disponible para otras
cosas. El automóvil se va a convertir en un ecosistema de atención, un espacio
en el que pasamos una media de 1,5 horas al día y donde el parabrisas será la
gran pantalla en la que consumiremos contenidos… y recibiremos impactos
publicitarios.
Esto va a influir
decisivamente en el propio modelo de negocio de la industria del automóvil. El
modelo inicial de fabricar coches y venderlos (coches por euros), ya se está
transformando en el de ofrecer movilidad como un servicio (euros por
kilómetros), que puede resultar mucho más rentable. Y ambos se complementarán con
el de ofrecer contenidos dentro del coche (euros por horas de visualización). Y
esto se demuestra haciendo unos simples números.
En 2017 se vendieron cerca de
80 millones de automóviles en todo el mundo, a un precio medio de 16.250 euros,
lo que se traduce en una cifra global de 1.300.000.000.000 euros, o 1,3
billones de euros. Esos coches recorrieron 16.000.000.000.000 de kilómetros a
lo largo del año, por lo que si se hubiera cobrado un euro por kilómetro, se
habrían recaudado 16 billones de euros (12 veces más que vendiendo esos
coches).
Pero hay otra fuente de
ingresos en el automóvil aún mayor y que todavía está por explotar. Siguiendo
con el mismo cálculo, esos 16 billones de kilómetros recorridos, a 40 km/h de
media, son 400.000 millones de horas en el vehículo. Teniendo en cuenta una ocupación
media por automóvil de 1,55 personas, salen 600.000 millones de horas que las
personas pasan dentro de su coche cada año en todo el mundo.
Con los coches autónomos,
todas esas horas se podrán pasar delante de una gran pantalla –el parabrisas-
en la que veremos nuestros programas, series, películas o eventos (deportivos,
musicales…) favoritos. Porque cada vez estamos más inmersos en el mundo digital
y queremos que las experiencias digitales que vivimos fuera del coche continúen
cuando nos desplazamos con él. Además de un precio de suscripción a esos
paquetes de contenidos, se podrá explotar la publicidad que se mostrará a los
ocupantes de los automóviles. Una publicidad, por otro lado, que podrá
integrarse con la localización del vehículo y sus sistemas, como el de
navegación. Haciendo una estimación de 10 euros de ingresos por hora de
visualización, este nuevo mercado generaría un volumen de 60.000.000.000.000 de
euros anuales (46 veces más que vendiendo coches y 3,75 veces más que
ofreciendo servicios de movilidad).
Parabrisas pantalla de
opacidad variable
El verdadero auge de la
distribución de contenidos en el automóvil llegará con los coches autónomos de
nivel 4 y 5, en los que no es necesaria la intervención del conductor. Y queda
trabajo por delante para diseñar los parabrisas pantalla que mejor se adecúen a
esta nueva funcionalidad con la tecnología disponible.
Por ejemplo, ¿el parabrisas
será un monitor o una pantalla que refleje las imágenes de un proyector? Se
está estudiando qué tecnología permitirá cumplir con todos los requisitos
necesarios. El parabrisas pantalla ideal tendría que tener una opacidad
variable, para ser completamente traslúcido cuando los ocupantes quieran ver el
paisaje, completamente opaco cuando se quiera ver una película, y con
diferentes grados de transparencia para poder lanzar pantallas de información,
o elementos de realidad aumentada, que se relacionen con la realidad que se ve
a través del parabrisas.
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