El Gobierno baraja no elevar
el límite de emisiones de 120 gramos de CO2 por km a partir del cual un
vehículo está gravado con el Impuesto de Matriculación, según fuentes del
sector de automoción. No obstante, la industria sigue negociando con el
ministerio del ramo para que finalmente opte por elevar el límite de emisiones
y neutralizar así la subida de emisiones derivada de la homologación WLTP (la
nueva norma por la que se actualiza la medida de los valores de consumo y
emisiones contaminantes, cuyas siglas corresponden a los términos Worldwide
harmonized Light vehicles Test Procedures).
Sin embargo, estas mismas
fuentes resaltan que, de mantenerse los límites de 120 gramos, el Ministerio de
Industria, en conversaciones con el de Hacienda, aceptaría que los vehículos
obligados a tributar que antes estaban exentos no estén sometidos a los tipos
actuales. Aunque no se ha fijado en qué consistiría esa rebaja, las mismas
fuentes hablan de reducir los tipos a la mitad para los vehículos afectados. De
llevarse a cabo, unos 800.000 vehículos tendrán que tributar en los próximos
doce meses y aportarían a las arcas de las comunidades autónomas unos 300
millones de euros.
El secretario general de
Industria y Pyme, Raúl Blanco, aseguró ayer en TVE que el Ministerio de
Industria trabaja actualmente con el sector del automóvil y con otros
ministerios para establecer una senda fiscal en el próximo año. Blanco
manifestó su "plena tranquilidad" en el entorno fiscal, en cuanto a
la entrada en vigor, el próximo 1 de septiembre, del nuevo ciclo de
homologación de emisiones europeo WLTP.
Próximas semanas
Estas declaraciones de Blanco
se enmarcan dentro del proceso de estudio que está llevando a cabo el
departamento que dirige Reyes Maroto en relación con el establecimiento de una
posible moratoria a la aplicación del nuevo protocolo de control de emisiones y
cuya intención es comunicar la decisión "en las próximas semanas".
La fuentes del sector
consultadas por elEconomista apuntan, no obstante, que en las últimas reuniones
mantenidas con Industria, la intención es establecer un periodo transitorio que
se iniciará el 1 de septiembre hasta finales de año con este modelo en el que
se mantiene los límites de emisión, pero se reducirán los tipos legales (4,75%
para las emisiones entre 120 y 160 gramos; 9,75% entre 160 y 200 gramos y
14,75% para los vehículos que superan los 200 gramos de emisión de CO2 por
kilómetro). Aunque esta solución intermedia no es del agrado del sector, que apuesta
por la neutralidad fiscal ante la nueva homologación WLTP, está negociando como
mal menor que la reducción de los tipos se amplíe para 2019, algo que tiene
trazas de aceptarse, incluso, alargarse a 2020.
Así, siempre según fuentes del
sector, el Ministerio de Industria ultima estos días un catálogo de conversión
para determinar cómo cambiarán todos y cada uno de los modelos de vehículos que
se comercializan en España con la entrada de la nueva forma de medir la emisión
de los coches, el WLTP, que entrará en vigor el 1 de septiembre. En el catálogo
se determinará cual era la emisión de CO2 con el sistema anterior y cual con la
nueva fórmula y, lo más relevante, qué tipo deberá abonar en el Impuesto de
Matriculación.
Medición de emisiones
El Impuesto de Matriculación
grava la compra de los vehículos en función del nivel de emisiones de CO2 que
emiten según la homologación técnica de cada modelo. Desde 2007, los que estén
por debajo de 120 gramos están exentos del pago del tributo. Con la mejoría
tecnológica, los niveles de emisión se han ido reduciendo en los últimos años.
Como muestra, en 2008 solo el 21,7% de los vehículos matriculados no tuvieron
que pagar el tributo; porcentaje que en 2016 se elevó al 77%. Sin embargo,
desde ese año la afluencia de matriculaciones de vehículos de gasolina, que
emiten más CO2, ha ido reduciendo el porcentaje, hasta situarlo en el 73,6% en
el acumulado del semestre de este año, según la Agencia Tributaria. El menor
número de vehículos obligados a pagar el impuesto ha hecho que se produzca una
merma de los ingresos, desde los más de 1.000 millones de euros que se
obtuvieron en 2008 con unas matriculaciones de 1,5 millones de vehículos, hasta
390 millones de euros el pasado año con 1,27 millones de matriculaciones.
Pero con el dieselgate quedó
claro que los vehículos emiten en la realidad mucho más CO2 del que consta en
su tarjeta técnica. Así, Bruselas ha introducido un nuevo test de emisiones que
se realiza en condiciones de circulación reales y no en un circuito de pruebas
como antes. En consecuencia, el 80% de los coches que hoy están exentos por tener
homologadas emisiones inferiores a 120 gramos las superarán con la WLTP y, por
tanto, tendrán que tributar en el Impuesto de Matriculaciones si el Gobierno no
decide, finalmente, neutralizar fiscalmente las nuevas emisiones.
Aunque Industria no ha dado
cifras al sector de cuántos vehículos estarán afectados por la medida
transitoria, se prevé un mercado de 1,4 millones de matriculaciones en los
próximos doce meses. El 73% está actualmente exento -un millón aproximadamente-
y de ellos, el 80% volverá a superar los 120 g con la WLTP y estarán obligados
a tributar. En total unos 800.000. Respecto a los ingresos extra, la base
impositiva de los vehículos exentos en 2017 fue de 14.620 millones de euros. Si
el Gobierno optar por aplicar a estos vehículos la mitad del tipo actual,
aproximadamente un 2,3%, la recaudación se incrementará en unos 300 millones de
euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.