LA CARRETERA NEGRA
¿Será la edad? Cuando se
encuentra uno con los amigos y disfruta distendidamente de una buena conversación, nunca se rehúye a recordar
viejos tiempos y a subrayar las excelencias de nuestra época. Los avances
tecnológicos ─ móviles con mil y una función, internet, la evolución que ha
experimentado la medicina─ el mundo ha cambiado, nosotros hemos cambiado.
Podía enumerarles
más de un invento de finales del siglo XX y lo que va de este XXI de los que hace 50 o
60 años no podríamos ni imaginar. Esto me lleva a una conversación que tuve
hace unos días con mi amigo Fernando, donde me hablaba de la carretera de su
pueblo, a la que él denominaba “La carretera negra”, parece ser que fue de las
primeras carreteras que hicieron por entonces de asfalto prensado de color
negro y por donde, él me apuntaba con cierta nostalgia:
─Pepe, por allí solo pasaban
tres o cuatro coches a la hora.
Ahora que recuerdo, en la
calle que yo vivía no existía carretera, recuerdo cuando llovía, que no
podíamos salir a la calle de los charcos y el barro que había. Pero poco
después construyeron una carretera y al principio fue toda para nosotros, ahí
jugábamos, hasta que poco a poco los coches fueron invadiéndola y nosotros
tuvimos que buscarnos otros sitios donde jugar.
Habrá algún lector que pensará
que esto que les cuento es prehistórico. Nada que ver.
A medida que el automóvil iba
haciéndose un hueco en las clases medias, especialmente tras la llegada del
Seat 600, las autoridades tuvieron que llevar a cabo un Plan de Modernización
de las Carreteras para que estas pudieran hacer frente al inusitado aumento de
los desplazamientos. Además, otras empresas como Citroen, Renault, Land Rover
Santana… comenzaban a crecer en el territorio español. Su objetivo, rehabilitar 10.000 km de las carreteras ya
construidas y construir algunas autopistas como la de Avenida de América (el
comienzo de la A2), que fue la primera.
El desfasado Plan de
Carreteras llegó en 1962, mal y tarde, por lo que pronto fue sustituido por el
Plan REDIA del 18 de enero de 1965, que buscaba completar el antiguo plan de
modernización y dotar a las carreteras de una serie de características
determinadas, como su anchura mínima.
Con la Constitución de 1978
las competencias se traspasan a las Comunidades Autónomas. Una operación que se
hace efectiva entre 1980 y 1984. Realizados los
trámites, el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo desarrolló tres nuevas
leyes entre las que destaca un nuevo Plan de Carreteras (11 de diciembre de
1985). Un Plan que finalizó en 1993, tras construir un total de 3.436 km de
autovías, ha acondicionado 6.345 km de
carreteras y 874 carreteras urbanas.
En 1993 se llevó a cabo el Plan Director de Infraestructuras que
comprende el conjunto de las infraestructuras de transporte, hidráulicas y
ambientales de competencia estatal. Se trata de la primera vez que en España se
aborda una planificación estratégica y global del sistema básico de infraestructuras.
Un Plan que duró poco. Ya que en 1996 surgió el
Programa de Autopistas de Peaje nacido para estructurar la creación de 441,5
kilómetros de nuevos tramos de peaje, entre los
que destacaban 169 kilómetros de los accesos radiales a Madrid.
El último proyecto es el Plan
Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) cuyos objetivos aparecen
redactados y a la disposición de cualquiera en el portal del Ministerio de
Fomento.
Este Plan, aprobado por
Acuerdo del Consejo de Ministros de 15 de julio de 2005, “es la expresión de
una nueva política de infraestructuras y transportes, concebida como un
instrumento al servicio de los grandes objetivos en materia de política
económica y social. Dentro de este planteamiento general, el PEIT contempla las
infraestructuras como el soporte imprescindible para que los ciudadanos
dispongan de unos servicios de transporte de calidad y, sobre todo, seguros, y
además, como un instrumento eficaz para impulsar el desarrollo económico y la
cohesión social y territorial. De esta forma, se garantiza el mejor
aprovechamiento de su potencial al servicio de la sociedad”, reza el preámbulo
del documento oficial.
La red de carreteras españolas está en la actualidad configurada por un
total de 166.284 kilómetros, de los cuales
26.124 km (RCE) están gestionados por la Administración Central y recogen el
51,2% del tráfico total y el 62,8% del tráfico pesado (de acuerdo a la
actualización de finales de 2014). Además, 15.048 km son vías de gran
capacidad, autovías o autopistas de peaje. Una cifra que convierte a España en
el país europeo con más kilómetros de este tipo de carreteras.
Sin duda las infraestructuras
han crecido en nuestro país, aunque sí es verdad
que algunas CCAA invierten más en sus vías que otras.
Volviendo al principio, es
recurrente pensar, con ese amigo que hace tiempo
que no veíamos, cómo ha cambiado todo, hemos
cambiado hasta nosotros.
Les deseo una propicia semana,
y les dejo con un pensamiento de este señor todo un adelantado a su tiempo,
Steve Jobs:
“La tecnología no es nada. Lo
importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas e
inteligentes, y si les das herramientas, harán cosas maravillosas con ellas”.
PpBejarano
12 Mayo 2018
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