Dinamarca podría estar abierta
a incentivos financieros para comprar automóviles eléctricos luego de ver una
caída dramática en las ventas de vehículos no contaminantes, según el primer
ministro Lars Lokke Rasmussen.
"Tenemos incentivos
impositivos para los autos eléctricos, y se podría discutir si deberían ser más
grandes. No lo excluiré", dijo Rasmussen en una entrevista en Copenhague.
Cualquier nuevo incentivo se anunciaría junto con un plan del gobierno para impulsar
el consumo de energía limpia después del verano, dijo.
Las ventas danesas de
vehículos eléctricos se han reducido drásticamente, de casi 5.000 en 2015 a
alrededor de 700 en 2017, desde que el gobierno de centroderecha de Rasmussen
eliminó los subsidios como los ofrecidos en Noruega y Alemania.
Con el diesel perdiendo
popularidad en Europa a raíz del escándalo de Volkswagen, Dinamarca ahora está
debatiendo qué tipos de vehículos promover y cuáles desaconsejar.
El gobierno ha sido criticado
por sus recortes indiscriminados a los impuestos de registro, que han
erosionado los incentivos para comprar vehículos ecológicos en lugar de los
alimentados con combustibles fósiles. Dinamarca no tiene su propia industria
automotriz y tiene uno de los aranceles de importación más altos del mundo.
Sumándose a la presión sobre
el gobierno, los socialdemócratas de la oposición acapararon la atención la
semana pasada al anunciar planes para prohibir la venta de vehículos diesel
para el año 2030, si ganan las elecciones que se celebrarán en junio de 2019.
Cartel de niño
El gobierno de Rasmussen
reveló el jueves planes para consolidar su reputación como un ejemplo de
energía limpia al anunciar 12 mil millones de coronas ($ 2 mil millones) en
fondos destinados a ayudarlo a salir libre de fósiles para el año 2050.
Las propuestas incluyen un
parque eólico marino de 800 megavatios, que sería una de las inversiones más
grandes del mundo en biogás y una licitación pública que lanza diferentes
tecnologías ecológicas para competir en la producción de la electricidad más
barata.
Al mismo tiempo, Dinamarca
está reduciendo los subsidios a la energía renovable, argumentando que la
tecnología está casi lista para sostenerse por sí misma.
Ahora hemos llegado a una
etapa en la que "podemos continuar desarrollando la capacidad sin necesariamente
invertir el dinero de los contribuyentes", dijo Rasmussen a Bloomberg.
"Esta es la primera vez en la historia de Dinamarca en que podemos ser
ecológicos y más baratos al mismo tiempo".
Dinamarca es el hogar del
mayor fabricante de aerogeneradores del mundo, Vestas Wind Systems, y Orsted,
el mayor operador de parques eólicos marinos.
El gobierno también espera que
la reducción de los impuestos a la electricidad alentará a más personas a
abandonar la calefacción del hogar basada en combustibles fósiles. El año
pasado, el 43 por ciento del consumo de electricidad de Dinamarca provino de la
energía eólica, un récord mundial, con un índice que aumentará en los próximos
años.
Rasmussen dijo que el objetivo
es hacer que la economía sea más ecológica y menos vulnerable a los cambios en
los mercados de productos básicos. "Es por eso que proponemos recortar los
impuestos a la electricidad, aumentar la demanda y asegurar que la energía
verde sea más competitiva que los combustibles fósiles".
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