Se aumentarán los controles de
velocidad, principalmente en carreteras convencionales
En 2016 fallecieron más de 350
personas en accidentes en los que la velocidad fue un factor concurrente
Gregorio Serrano “La evidencia
científica y los accidentes que cada día se producen en nuestras carreteras nos
llevan a reducir la velocidad como medida necesaria si queremos reducir la
siniestralidad y el dolor de miles de familias”
Muchos de los sistemas de
asistencia a la conducción ayudan a mantener la velocidad estipulada en la
carretera además de evitar siniestros viales
La
velocidad, ya sea excesiva (por encima de los límites establecidos) o
inadecuada (dentro de los límites pero sin ajustarse a las condiciones de la
vía, el vehículo o el conductor) es un problema de seguridad vial en muchos
países según establecen la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE)
y la Conferencia Europea de Ministros de Transporte (ECMT). Según ambos
organismos la mitad de los conductores
circulan a velocidad inadecuada y un 20% supera en 10 km/h el límite
establecido.
No respetar los límites de
velocidad es un elemento fundamental que determina la mayor o menor incidencia
en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en
caso de accidente de tráfico. Además, en el caso de accidentes mortales, en un
21% de ellos, la velocidad fue un factor concurrente.
En 2016 (último año con datos
consolidados) más de 350 personas fallecieron en las carreteras en accidentes
en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes.
Por este motivo y porque
concienciar a la población para que respeten los límites de velocidad
establecidos es esencial para reducir la siniestralidad, la Dirección General
de Tráfico comienza hoy una nueva campaña de concienciación y vigilancia de la
velocidad en carretera que se prolongará
hasta el domingo 22 de abril. Esta campaña se hace de forma simultánea
en casi una treintena de países que integran la Organización Internacional de Policías de Tráfico, de la
que es miembro, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Además, como suele ser
habitual, la DGT ha invitado a los ayuntamientos a sumarse a la misma de modo
que también en las vías urbanas se realice esta labor de concienciación y
control de la velocidad, teniendo en cuenta que en las ciudades, los peatones
son los usuarios que más fallecidos registran y la velocidad la principal causa
de ellos.
REDUCCIÓN DE LA VELOCIDAD
La Dirección General de
Tráfico va a incluir en la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a
motor y Seguridad vial una reducción genérica de la velocidad en carreteras
convencionales.
Según Gregorio Serrano,
director de la DGT “la idea es que la totalidad de estas vías tengan un límite
de velocidad de 90 km/h, límite que los titulares de estas vías podrían elevar
a los niveles que consideraran razonables, atendiendo a la conservación y
trazado de la misma”. “La evidencia científica y los accidentes que cada día se
producen en nuestras carreteras nos llevan a reducir la velocidad como medida
necesaria si queremos reducir la siniestralidad y el dolor de miles de
familias”
Según diversos estudios, una
disminución del 1% de la velocidad media de una carretera, produce una
reducción del 4% en las colisiones mortales (Nilsson). Por su parte Elvik
mostró que reducir 10 km/h el límite de velocidad implica una rebaja de 2,5
km/h en la velocidad media. Teniendo en cuenta ambos autores, se podría afirmar
que rebajar 10 km/h el límite de velocidad implicaría una disminución de la
mortalidad en torno al 10%.
TECNOLOGÍA QUE AYUDA
Los sistemas de asistencia a
la conducción (ADAS) permiten reducir el riesgo de accidente, evitando o
mitigando las consecuencias del mismo. Según el estudio de la DGT “Informe y
análisis sobre la influencia de los sistemas de ayuda a la conducción en la seguridad
vial y su aplicación para la clasificación de vehículos” la implantación
generalizada de dichos sistemas de asistencia en los vehículos nacionales
reduciría la severidad de los accidentes en un 57% y evitar una cifra de 51.000
siniestros y sus consecuencias.
Muchos de los ADAS disponibles
en el mercado se han agrupado en función de las diferentes tipologías de
siniestro (colisión, atropello, salida de vía…) y muchos de ellos reducen
automáticamente la velocidad del vehículo si detectan riesgo de colisión como
los FCW (Alerta de colisión frontal); AEBS (frenado automático de emergencia);
SLI (indicador de límite de velocidad) o ACC (control de crucero adaptativo)
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