Manuel Orejas, presidente de CVO |
Arval quiere compartir su
punto de vista como experto en el uso del diésel en flotas de vehículos, ante
la creciente incertidumbre en torno a su futuro. Y reforzar su compromiso de
asesorar y apoyar a sus clientes en la futura transición hacia nuevas
alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Fruto de ello nace este
libro blanco, en el que se aborda esta situación desde un punto de vista
integral.
El diésel vive una situación
de incertidumbre. La reacción de los consumidores tras los recientes escándalos
de dispositivos manipulados, el cambio de normativa para la medición de sus
emisiones y las restricciones de acceso de vehículos con esta motorización a
ciertas grandes ciudades, ha despertado muchas inquietudes acerca de su futuro.
En palabras de Luc Soriau, director de Arval España, “actualmente, el diésel
representa más de la mitad de las matriculaciones de turismos y vehículos
comerciales ligeros en Europa. En el segmento exclusivo de flotas, esa
proporción alcanza incluso los dos tercios”. Esta situación ha impulsado a
Arval a publicar el presente libro blanco sobre el diésel: “Despejando dudas
acerca del diésel. Un vistazo a su futuro: enfoque y soluciones".
Como arrendador multimarca
independiente en toda Europa y experto en el uso del diésel en flotas de vehículos,
estudiamos todas las tendencias y las opiniones de los expertos en torno a las
tecnologías de automoción y su uso. Y nuestra misión es ayudar a nuestros
clientes a tomar las decisiones adecuadas en un entorno normativo y de
producción de automóviles en rápida evolución, ofreciendo un asesoramiento
experto sobre las decisiones tecnológicas que más sentido tienen a corto, medio
y largo plazo, para que puedan tomar la mejor decisión posible al elegir un
vehículo. Las políticas relativas a los vehículos de empresa tendrán que
adaptarse ya a partir del año que viene. Nuestro modelo de Coste total de
mantenimiento (TCO, Total Cost of Ownership) ha sido revisado para tener en
cuenta esas nuevas dinámicas.
En este libro blanco
analizamos el actual marco normativo, con una visión general sobre las
emisiones y la normativa. También se analiza el nuevo procedimiento de pruebas
(WLTP-RDE), que sustituye al anterior NEDC; y aclaramos dudas sobre las ZUAP
(Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida). En el siguiente punto se muestran las
diferentes estrategias que están tomando los fabricantes ante el reto de
reducir las emisiones de CO2 y limitar el NOx a un nivel “real” aceptable.
“Despejando dudas acerca del
diésel” también incluye un análisis del mercado del automóvil en Europa, que
refleja cómo la huida del diésel se muestra más claramente entre los usuarios
particulares que en las flotas de empresa. Y cómo la popularidad a la baja de
los vehículos diésel tendrá un impacto sobre los valores residuales. Por otro lado,
realizamos una comparativa sobre los diferentes tipos de combustible,
comparando las ventajas relativas y examinando las distintas implicaciones de
los híbridos, híbridos enchufables, eléctricos puros y vehículos alimentados
con otras fuentes de energía alternativas, como el hidrógeno y el gas.
¿Qué futuro tiene el diésel en
las flotas corporativas?
La voluntad de Arval es ayudar
a los clientes a analizar sus flotas y sus necesidades, para ofrecerles
asesoramiento a partir de los hechos y luego recomendar la mejor solución en
términos del TCO. Y en este libro blanco se despejan las dudas más frecuentes
en torno a la viabilidad continuada de los vehículos diésel en una flota de
empresa.
-¿Debería restringirse la
política de vehículos de empresa solo al diésel?
En la mayoría de los casos, el
diésel es una opción válida para los conductores que realizan mucho
kilometraje, y eso seguirá siendo así durante varios años, desde la perspectiva
del TCO basada en la duración real prevista, el consumo real y, en especial, el
kilometraje anual. Pero cualquier política de adquisición de vehículos debería
basarse en un TCO que incorpore la eficiencia de combustible y el coste,
impuestos incluidos, y a partir de ahí no hay motivos reales para mantener una
política restrictiva de combustible, como por ejemplo, solo diésel.
-¿Aumentarán los impuestos
sobre los vehículos de empresa diésel?
Al menos 20 países de la UE
aplican algún tipo de impuesto asociado al CO2 a los vehículos de empresa,
incluso si las metodologías de prueba cambian, en principio esto debería seguir
favoreciendo a los motores diésel frente a los de gasolina en los años
venideros. En muchos países, ya existen incentivos fiscales para vehículos con
emisiones muy bajas (<76 g/km), que actualmente son en todo caso eléctricos
(eléctricos puros o híbridos enchufables). Es imposible predecir si los distintos
modelos impositivos penalizarán de forma concreta a los vehículos diésel en el
futuro, pero es de esperar que se valore primero el impacto de la introducción
del WLTP antes de dar ningún paso.
-¿Se restringirá o se
prohibirá la circulación de vehículos diésel en los centros urbanos?
Es probable que en los
próximos años se vayan introduciendo o endureciendo las zonas urbanas de
atmósfera protegida o las restricciones de acceso a los centros urbanos. Sin
embargo, hay poca uniformidad en el conjunto de Europa con respecto a los
criterios de acceso y a los vehículos que se ven afectados. Cualquier
endurecimiento previsto de dichos criterios (en dirección a Euro 6) será más
bien lento, siendo 2025 el punto de inflexión para muchas zonas. Desde una
perspectiva de flotas, a menos que se prohíba directamente la circulación de
los vehículos diésel, algo que no se espera en el corto a medio plazo, es poco
probable que ninguna restricción adicional de acceso tenga un efecto real.
-¿Debería un conductor escoger
un diésel o decantarse por una alternativa?
La respuesta a esta pregunta
depende de muchos factores. Desde una perspectiva de emisiones y calidad
atmosférica, el diésel es claramente más contaminante que la gasolina. Desde un
punto de vista de emisiones de carbono, los motores diésel suelen ser
claramente más eficientes en términos de combustible que sus equivalentes de
gasolina. Las emisiones de carbono asociados, por tanto, son inferiores, lo que
desde la perspectiva del cambio climático reviste una gran importancia. Los
niveles inferiores de emisiones de CO2 suelen conllevar que los automóviles
diésel tengan una menor carga impositiva como vehículos de empresa. Los
vehículos diésel pueden dar lugar a impuestos adicionales en el futuro, algo
que deberá sopesarse frente a cualquier incentivo fiscal para los vehículos con
emisiones muy bajas.
Hay que plantearse
detenidamente la idoneidad de los vehículos enchufables (ya sean eléctricos
puros o híbridos PHEV) en lo que se refiere al acceso a las instalaciones de recarga,
la autonomía en modo eléctrico y los perfiles habituales de uso. Para alguien
que realice un kilometraje anual relativamente bajo y cuyos trayectos sean
mayoritariamente locales / urbanos, y no tanto por vías rápidas, quizás la
opción de un vehículo de gasolina o enchufable sea más adecuada, pero en
cualquier caso se tratara de una decisión adecuada a la evolución de cada
flota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.