Waymo es el coche de Google
que sirve de experimento para desarrollar su programa de coche autónomo, un
terreno en el que a trabajan otros muchos fabricantes y que llegará en masa a
nuestras carreteras la próxima década. Ahora sale a la luz una patente de los
de Mountain View que describe una ingeniosa forma de proteger a los peatones en
el caso de un eventual atropello. Proponen nada menos que modificar la rigidez
de la carrocería en el momento que el peatón choque contra el vehículo, con el
fin de que este no sufra heridas graves.
Distintas zonas del coche
cambiarían la rigidez de sus paneles
La patente de Google,
registrada en 2015, busca modificar en tiempo real la rigidez de los paneles
del coche con el objetivo de que estos hagan el menor daño posible al peatón en
caso de colisión con él.
Waymo es el vehículo con el
que Google prueba su tecnología de conducción autónoma
Las zonas del vehículo que
podrían transformar su tacto en tiempo real serían los paneles de la
carrocería, los parachoques y el capó. En el momento de detectar un impacto
inminente, los cables que dotarían de rigidez a los paneles se retraerían y
permitirían que estos fueran más blandos, y así absorber mejor el impacto. Como
tantas patentes, de momento es sólo un proyecto.
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