El estudio anual de J.D. Power
fue presentado ante la Asociación de Prensa de Automoción de Estados Unidos, y
los resultado son bastante reveladores. En comparación con 2016, un 11 % más de
los encuestados pertenecientes a la generación Z (nacidos entre 1995 y la
actualidad) y un 9 % más de los “baby boomers” (nacidos entre 1945 y 1964)
afirmaron no confiar en la tecnología de conducción 100% autónoma. Casi la
mitad de los baby boomers aseguraron además que su mayor preocupación son los
posibles fallos de esta tecnología.
“En la mayoría de los casos, a
medida que los conceptos tecnológicos se acercan a la realidad, la curiosidad
del consumidor y la aceptación aumentan. Con los vehículos autónomos, vemos un
patrón en el que la confianza genera interés en la tecnología, pero en este
momento el nivel de confianza está disminuyendo “, dijo Kristin Kolodge,
director ejecutivo de interacción con el conductor de J.D. Power.
Sin embrago, el interés por
los asistentes de conducción de nivel 3 de conducción autónoma, ha aumentado
respecto al año pasado. Entre los sistemas más codiciados por el público se
incluyen asistentes como el Front Assist, los faros inteligentes, Auto Steering
(dirección autónoma), la cámara de visión trasera o el Lane Change Assist
(sistema de cambio de carril).
El estudio demuestra que las
generaciones millenial (también denominada Y y comprendida entre 1982-1994) y
post milenio (también denominada Z) tienen un mayor grado de aceptación con las
tecnologías de conducción emergentes, como podemos ver en los siguientes
gráficos.
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