La Asociación Europea de
Fabricantes de Automóviles (ACEA) recomienda a los gobiernos nacionales que se
aseguren de que la nueva prueba de emisiones de CO2 (WLTP), que comenzará a
implantarse en septiembre, no suponga un aumento de los impuestos para los
usuarios.
En un comunicado, el
secretario general de la asociación, Erik Jonnaert, ha explicado que el ciclo
de prueba NEDC, diseñado en la década de los 80, "ya está obsoleto",
por lo que desde hace años la industria del automóvil está contribuyendo
activamente al desarrollo de las pruebas WLTP.
En concreto, este nuevo test
introducirá condiciones más realistas, con velocidades más altas,
comportamientos de conducción más representativos e instrumentos de medición
más estrictos que la actual prueba de laboratorio NEDC.
Sin embargo, Jonnaert ha
advertido que el nuevo sistema dará lugar a un valor de emisiones más alto en
las mismas condiciones y consumo en comparación con lo que identificaba,
consecuencia de que el examen será más riguroso.
Por ello, ha incidido en la
importancia de que los gobiernos nacionales vigilen que los impuestos de los
vehículos no se eleven simplemente por la transición a WLTP.
Para abordar esta y otras
cuestiones, Acea lanzó la página web WLTPfacts.eu, en la que explica los
beneficios y el impacto del nuevo test y ofrece recomendaciones a la política
actual para su correcta aplicación.
La prueba se aplicará a partir
del próximo mes de septiembre a los modelos que se introducen en el mercado por
primera vez, para comenzar a aplicarse a todos los vehículos nuevos de la UE un
año después.
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