El nuevo Porsche Panamera establece
nuevos estándares en producción
Innovadoras tecnologías
de unión, mezcla de distintos materiales y uso masivo de aluminio. La nueva
nave de carrocerías en la Planta Porsche de Leipzig es una de las
instalaciones de este tipo más modernas e innovadoras que existen en la
industria del automóvil.
Un total de 475 robots y cerca de 200 empleados por
turno trabajan aquí para producir la nueva generación del Panamera, basada en
la plataforma flexible Modular Standard Toolkit (MSB), con un nivel de
automatización superior al 90%, utilizando materiales con las mejores
propiedades para su función en el vehículo. Por ejemplo, todos los paneles
exteriores de la carrocería del nuevo Panamera están hechos exclusivamente de
aluminio. “En total, la carrocería tiene un 45% de aluminio. Este alto
contenido en aluminio requiere de una altísima capacidad para la fabricación
y acabado de las superficies”, explica Christoph Beerhalter, Director General
de la Nave de Carrocerías del Panamera en Porsche Leipzig.
Junto al alto contenido en
aluminio, las tecnologías de producción establecen nuevos estándares. La
carrocería está hecha de unas 430 piezas individuales, unidas utilizando
procesos mecánicos y térmicos. En estos procesos se emplean las tecnologías
más innovadoras. Por poner un ejemplo, el nuevo Panamera tiene un 50% menos de
puntos de soldadura que el Macan. A cambio, en cada carrocería producida se
fijan un total de 600 tornillos autorroscantes, que permiten unir el acero al
aluminio de manera óptima. Otros de los procesos que se emplean son el
remachado, la soldadura de aluminio por láser y el engarzado. Este último,
también conocido como joggling, une láminas de metal entre sí por medio de
presión. También es destacable en tecnología de unión el uso de roller
hemming (doblado mediante rodillos) para unir los paneles laterales a la
carrocería. “Combinamos el roller hemming con un procedimiento de unión para
formar las conexiones correctas entre los paneles laterales de aleación ligera
de aluminio y las láminas de metal de alta resistencia empleadas en la
estructura de la carrocería”, comenta Beerhalter. Cada vehículo contiene más
de 200 metros de juntas de fijación.
Además de ser una de las plantas
de producción más innovadoras del mundo, la fábrica Porsche de Leipzig es
también una de las más respetuosas con el medio ambiente. El uso sostenible
de los recursos ha jugado un papel clave en la reciente expansión de la
factoría. La nueva nave de carrocerías evita el uso de aire comprimido,
empleando en su lugar y de forma selectiva técnicas de unión más eficientes
energéticamente. Los paneles fotovoltaicos instalados en el techo de la nave
de carrocerías del Panamera proporcionan una parte considerable de las
necesidades de electricidad de la fábrica. El resto de naves también están
diseñadas de una forma sostenible. Por ejemplo, la tecnología fotovoltaica
fue instalada ya en la nave de carrocerías del Macan en 2013. Además, un
moderno sistema de refrigeración en las pinzas de soldadura de los robots
reduce el consumo de energía en dicha nave en más de 365.000 kWh por año. En
la nave de pintura un sistema de filtro de polvo de roca reduce el consumo de
energía en un 60% en comparación con el sistema basado en agua.
Desde que se lanzó el Panamera al
mercado, en 2009, las carrocerías del vehículo se han estado produciendo en
la factoría de Volkswagen en Hanover, para ser transportadas posteriormente a
Leipzig par su ensamblaje. La nueva generación del Panamera se produce en su
totalidad en Leipzig, cuyas instalaciones se convirtieron ya en una planta
completa para el Porsche Macan, en 2013. Estudios como los realizados por la
compañía de investigación de mercados J.D. Power confirman la calidad de los
modelos producidos en Leipzig: tras su lanzamiento al mercado, en 2014, el
Macan se situó inmediatamente en el número uno de su segmento, según la
clasificación de J.D. Power, y ha mantenido el primer lugar en 2015. Porsche
amplió por cuarta vez su planta de Leipzig para albergar la producción
completa del Panamera. Con un coste de alrededor de 500 millones de euros y un
plazo de menos de dos años para su terminación, la expansión supuso la
creación de nuevas instalaciones, entre ellas una nave de carrocerías con un
área de producción de unos 60.000 metros cuadrados. Porsche también ha
creado 600 puestos de trabajo adicionales para la nueva generación del
Panamera. En total, el fabricante de vehículos deportivos ha invertido
aproximadamente 1.300 millones de euros en el desarrollo de la fábrica de
Leipzig.
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