lunes, 1 de agosto de 2016

EL COCHE BUSCARÁ EL HUECO, IRÁ HASTA LA PLAZA Y APARCARÁ SOLO

La conectividad se ha convertido en un mantra para el Grupo Bosch, el mega complejo industrial de origen alemán fuertemente implantado en el mundo del automóvil, los electrodomésticos, la industria o la seguridad y la comunicación.

Su gran apuesta estratégica es conseguir que las cosas se comuniquen con los humanos, pero también entre ellas: los coches con los conductores, además de con otros coches y con las infraestructuras viales, las casas contarán con un cerebro central que permitirá a sus usuarios dar órdenes in situ y a distancia a cualquiera de sus electrodomésticos, incluso que éstos se comuniquen entre sí para actuar de forma conjunta y coordinada.


Como muestra el presidente del Grupo Bosch para España y Portugal, Frank Seidel, el 40% de los productos que actualmente fabrican -que son muchos- ya están conectados y pueden controlarse por Internet. "El objetivo es que la totalidad de nuestras referencias estén conectadas en los próximos años". Para ello están dedicando un gran esfuerzo investigador a lo que denominan las '3 eses': sensores, software y servicios. Bosch destina a I+D el 9% de su facturación.

"Estar excepcionalmente diversificados nos aporta una ventaja competitiva, pues podemos conectar cosas muy distintas entre sí, por ejemplo los coches con las casas", declara Seidel que comenta cómo el Grupo Bosch es actualmente líder mundial en producción de sensores micromecánicos para aplicaciones tan variopintas como el aparcamiento de coches o la producción más eficiente de espárragos.

Sensores y 'nube'
Los sensores son capaces de buscar por sí solos huecos donde aparcar el coche. La nube Bosch IoT (Internet of Things) gestiona estos espacios vacíos y guía al coche de forma automática, sin que el conductor tenga que intervenir, hasta la plaza de aparcamiento elegida. Y luego, el conductor puede bajarse del coche, si quiere, y dejar que éste aparque de forma completamente autónoma. Es lo que Bosch ha bautizado como 'smart parking', que verá la luz en 2018 como tarde.

El sistema permitirá que los conductores dejen su coche en una zona de entrega fuera del parking y, mediante su smartphone, dará instrucciones para que el coche busque por si mismo una plaza libre y estacione en ella. Cuando regrese a recogerlo, utilizarán la misma app para que el vehículo vuelva al punto de entrega de la misma manera.

De momento, ha despertado interés entre los fabricantes de automóviles, pero también entre los operadores de aparcamientos, así como gestores de ciudades de todo el mundo, según fuentes de Bosch. En 2016, las ventas del grupo en sistemas de asistencia al conductor superarán por primera vez los 1.000 millones de euros. A nivel mundial, cerca de 2.500 ingenieros de Bosch trabajan en el desarrollo de los sistemas de asistencia al conductor y de conducción automatizada.

En Alemania, se necesita una media de diez minutos para encontrar aparcamiento. El 'smart parking' reduce la búsqueda de dos maneras: una, mediante sensores especiales de ocupación en plazas de aparcamiento o parkings que detectan e informan sobre los espacios disponibles. Y, dos, utiliza los sensores de ultrasonidos -ya vienen en algunos modelos de serie- y los emplea en la búsqueda de aparcamiento en las calles, según fuentes de Bosch. La información se envía a través de la Unidad de Control de Conectividad y se procesa de manera anónima en la nube 'Bosch IoT Cloud' para generar mapas digitales de las plazas de aparcamiento. Así, utilizando un proceso inteligente se genera un mapa digital basado en un mapa de calles estándar.

Los conductores pueden acceder a estos mapas, por ejemplo, a través de Internet o mediante el sistema de navegación de su vehículo, y dejarse guiar directamente hasta las zonas con plazas de aparcamiento libres. Además, el sistema es capaz de discriminar si el espacio detectado no es una plaza de aparcamiento (por ejemplo, paradas de autobuses o vados) y desecharlos.

Menos contaminación
Que los automóviles vayan directamente a las plazas implicaría, ademas de un ahorro de tiempo para el conductor, una reducción de las contaminación en las ciudades. Bosch calcula que los conductores alemanes recorren un promedio de 4,5 kilómetros cada vez que buscan una plaza de aparcamiento.


El estacionamiento totalmente automatizado estará listo para su producción en serie antes que la conducción totalmente automatizada, entre otras razones porque los obstáculos legales para su introducción son más fáciles de superar.

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