La
conectividad se ha convertido en un mantra para el Grupo Bosch, el mega
complejo industrial de origen alemán fuertemente implantado en el mundo del
automóvil, los electrodomésticos, la industria o la seguridad y la
comunicación.
Su gran
apuesta estratégica es conseguir que las cosas se comuniquen con los humanos,
pero también entre ellas: los coches con los conductores, además de con otros
coches y con las infraestructuras viales, las casas contarán con un cerebro
central que permitirá a sus usuarios dar órdenes in situ y a distancia a
cualquiera de sus electrodomésticos, incluso que éstos se comuniquen entre sí
para actuar de forma conjunta y coordinada.
Como
muestra el presidente del Grupo Bosch para España y Portugal, Frank Seidel, el
40% de los productos que actualmente fabrican -que son muchos- ya están
conectados y pueden controlarse por Internet. "El objetivo es que la
totalidad de nuestras referencias estén conectadas en los próximos años".
Para ello están dedicando un gran esfuerzo investigador a lo que denominan las
'3 eses': sensores, software y servicios. Bosch destina a I+D el 9% de su
facturación.
"Estar
excepcionalmente diversificados nos aporta una ventaja competitiva, pues
podemos conectar cosas muy distintas entre sí, por ejemplo los coches con las
casas", declara Seidel que comenta cómo el Grupo Bosch es actualmente
líder mundial en producción de sensores micromecánicos para aplicaciones tan
variopintas como el aparcamiento de coches o la producción más eficiente de
espárragos.
Sensores
y 'nube'
Los
sensores son capaces de buscar por sí solos huecos donde aparcar el coche. La
nube Bosch IoT (Internet of Things) gestiona estos espacios vacíos y guía al
coche de forma automática, sin que el conductor tenga que intervenir, hasta la
plaza de aparcamiento elegida. Y luego, el conductor puede bajarse del coche,
si quiere, y dejar que éste aparque de forma completamente autónoma. Es lo que
Bosch ha bautizado como 'smart parking', que verá la luz en 2018 como tarde.
El
sistema permitirá que los conductores dejen su coche en una zona de entrega
fuera del parking y, mediante su smartphone, dará instrucciones para que el
coche busque por si mismo una plaza libre y estacione en ella. Cuando regrese a
recogerlo, utilizarán la misma app para que el vehículo vuelva al punto de
entrega de la misma manera.
De
momento, ha despertado interés entre los fabricantes de automóviles, pero
también entre los operadores de aparcamientos, así como gestores de ciudades de
todo el mundo, según fuentes de Bosch. En 2016, las ventas del grupo en
sistemas de asistencia al conductor superarán por primera vez los 1.000
millones de euros. A nivel mundial, cerca de 2.500 ingenieros de Bosch trabajan
en el desarrollo de los sistemas de asistencia al conductor y de conducción
automatizada.
En
Alemania, se necesita una media de diez minutos para encontrar aparcamiento. El
'smart parking' reduce la búsqueda de dos maneras: una, mediante sensores
especiales de ocupación en plazas de aparcamiento o parkings que detectan e
informan sobre los espacios disponibles. Y, dos, utiliza los sensores de
ultrasonidos -ya vienen en algunos modelos de serie- y los emplea en la
búsqueda de aparcamiento en las calles, según fuentes de Bosch. La información
se envía a través de la Unidad de Control de Conectividad y se procesa de
manera anónima en la nube 'Bosch IoT Cloud' para generar mapas digitales de las
plazas de aparcamiento. Así, utilizando un proceso inteligente se genera un
mapa digital basado en un mapa de calles estándar.
Los
conductores pueden acceder a estos mapas, por ejemplo, a través de Internet o
mediante el sistema de navegación de su vehículo, y dejarse guiar directamente
hasta las zonas con plazas de aparcamiento libres. Además, el sistema es capaz
de discriminar si el espacio detectado no es una plaza de aparcamiento (por
ejemplo, paradas de autobuses o vados) y desecharlos.
Menos
contaminación
Que los
automóviles vayan directamente a las plazas implicaría, ademas de un ahorro de
tiempo para el conductor, una reducción de las contaminación en las ciudades.
Bosch calcula que los conductores alemanes recorren un promedio de 4,5
kilómetros cada vez que buscan una plaza de aparcamiento.
El
estacionamiento totalmente automatizado estará listo para su producción en
serie antes que la conducción totalmente automatizada, entre otras razones
porque los obstáculos legales para su introducción son más fáciles de superar.
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