“Acabamos
de reservar el SEAT Ateca. ¡Salud!” Con un brindis, Francisco Montalvo y Josefa
Rodríguez celebraban la compra del primer SUV de la firma española. Este
brindis, grabado y enviado a SEAT, no pasó desapercibido por la compañía, que
invitó a la pareja a la presentación internacional del coche en Barcelona. Ahí,
tuvieron la oportunidad de verlo en directo por primera vez. “Madre mía,
impresionante”, fueron las primeras palabras de Josefa al subirse al vehículo.
Ellos son
uno de los más de 1.500 clientes que ya han comprado el SEAT Ateca. Detrás
quedan meses de intensa búsqueda hasta dar con lo que querían. “Estuvimos
mirando muchas marcas premium, pero ninguna nos convencía”, explica Josefa,
“hasta que vimos un anuncio por Internet del SEAT Ateca”. “Fue decir, ¡uau!,
parece que han hecho el coche para mí”, asevera Francisco. “¡Y que se ajustaba
a mi presupuesto!”, sonríe Josefa. El convencimiento final llegó al probar el
SEAT León. “Eso fue definitivo”, explica Francisco. “Pensamos, si esta
sensación es trasladada al Ateca y con más espacio, va a ser nuestro
coche”.
Ya en
Barcelona, en el circuito urbano preparado para disfrutar del Ateca, Francisco
y Josefa no se bajan del coche. Lo miran todo. Y cada vez están más convencidos
de su compra. “Estoy deseando que llegue septiembre para tener el mío”, explica
emocionado Francisco, mientras su mujer recuerda que “buscábamos un coche
deportivo, elegante, y espacioso porque somos un familia y queremos viajar. Y
este lo reúne”.
Subirse
al coche no es la única sorpresa deparada para esta pareja. Ambos van a
probarlo en el circuito, y ahí podrán comprobar de primera mano la versatilidad
y prestaciones del nuevo vehículo. Por ejemplo, la función Hill Descent
Control, que permite bajar pendientes pronunciadas sin necesidad de pisar el freno.
“¿Frenará solo?”, pregunta incrédula Josefa. “La retención es magnífica”,
asevera Francisco. También van a comprobar cómo funciona la cámara 360º.
Francisco se sube al volante de un Ateca con las ventanillas completamente
tapadas, de manera que la única referencia para la conducción es la pantalla
desde donde van a ver el coche circulando y todo lo que hay inmediatamente a su
alrededor. Una función especialmente útil para estacionar. “Que esté
conduciéndolo a ciegas es fantástico”.
Y cuando
la pareja creía que ya no había más, la sorpresa final: conducir el coche por
Barcelona. “Qué ganas”, exclama Francisco. “Pasemos por delante de la Sagrada
Familia”, reclama Josefa, de camino a uno de los miradores más bellos con
vistas a Barcelona. Y ahí, visiblemente emocionados por un fin de semana
inimaginable, teléfono en mano graban un último selfie dedicado a SEAT: “Habéis
fabricado el coche de nuestros sueños”.
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