Enero es el mes en el que
más renovaciones de seguros de coches se producen. En los últimos años este
momento era un trámite casi dulce, porque las aseguradoras estaban enfangadas
en una guerra de precios y era fácil conseguir descuentos. Esta vez, en cambio,
conviene prestar mucha atención al recibir la carta en la que la compañía
aseguradora informa al cliente de cuánto deberá pagar, porque la previsión del
sector asegurador es que, por primera vez en cinco ejercicios, las primas serán
más caras.
La subida no será muy
fuerte. Tampoco afectará por igual a todos los colectivos de conductores. Pero
las compañías tienen claro que la fuerte competencia en precios –que ha sido
una constante de esta industria desde 2008– ha quedado atrás, y consideran que
hay factores que empujarán a esta industria a encarecer las primas.
Uno de los condicionantes
más claros para que el sector suba sus precios es el nuevo baremo de
indemnizaciones a las víctimas de accidentes de tráfico. Esta normativa, que ha
entrado en vigor el 1 de enero, obliga a las compañías incrementar las
compensaciones que pagan a las víctimas de los siniestros por carretera. De
acuerdo con cálculos del sector, las aseguradoras deberán incrementar cerca de
un 14% las provisiones que destinan para cubrir las futuras indemnizaciones, lo
que supondrá un importante impacto sobre los márgenes del sector.
Además, los márgenes de
negocio que tiene la industria en el seguro de automoción (su negocio más
importante), son ya bastante exiguos y hasta preocupantes. La métrica que
utilizan las compañías para valorar cómo está funcionando cada uno de sus ramos
es el ratio combinado. Este cociente compara el dinero ingresado al vender
pólizas, con los gastos de explotación y las indemnizaciones abonadas por los
accidentes. Si el ratio está por debajo del 100%, todo va bien (un cociente del
85% quiere decir que por cada 100 euros que la compañía factura en pólizas,
destina a gastos solo 85 euros, con lo que quedarían 15 euros de margen). Si el
ratio combinado supera el 100% es una mala señal.
De acuerdo con los
últimos datos sectoriales, el ratio combinado en el ramo de automóviles superó
a lo largo de 2015 la barrera del 100%, lo que implica que el sector está
gastando en seguros de autos más de lo que ingresa.
El presidente de Mapfre
(la mayor aseguradora de España), Antonio Huertas, ya ha avisado sobre este
asunto. “El mercado tendrá que actuar, tendrá que reaccionar, y empezar a subir
las tarifas”.
Otro factor que aumenta
la presión sobre las compañías para empezar a subir los precios es el
incremento de la siniestralidad. Durante 2015 se ha constatado un claro aumento
del uso del coche (gracias a la tibia recuperación económica y al abaratamiento
de la gasolina).
De acuerdo con los datos
de la Dirección General de Tráfico (DGT), el año pasado se ha constatado un
aumento de 5,5 millones de viajes de largo recorrido por carretera. Ese aumento
se eleva hasta el 2,5% en los viajes de fin de semana. A este mayor uso de los
vehículos de motor se suma el hecho de que el parque de automóviles sigue
envejeciéndose, lo que provoca mayor siniestralidad.
Cambio de tendencia
Uno de los primeros
síntomas de las subidas de precios en las primas de automoción se ha producido
con los primeros incrementos en los ingresos de este ramo, después de caídas
constantes desde 2008. “Tal y como preveíamos, en 2015 se está confirmando el
cambio de tendencia en el seguro de autos después de siete años de caídas”,
explican desde una gran aseguradora. “Los ingresos del ramo se han visto
impulsados en el primer semestre por la recuperación económica y el incremento
de las ventas de vehículos nuevos”.
En la última publicación
del Índice de Precios del Seguro (IPS), elaborada por el comparador online
Rastreador y Deloitte, se apreció ligeros ascenso en las primas de seguros de
automóviles, algo que no sucedía desde hace años.
Fuente:cincodias.com
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