¿Quién puede resistirse a
la tentación de mirar la pantalla cuando sentimos el ruido del móvil? Esta
“inofensiva” práctica nos puede costar la vida si circulamos en coche o,
incluso, si caminamos. Actualmente, las distracciones ya son la primera causa
de accidentalidad vial, superando el exceso de velocidad. ¿Vale la pena asumir
ese riesgo?
El uso del móvil nos
afecta a todos.
La Fundación RACC ya alertó en 2008 que las distracciones
provocadas por el uso del teléfono móvil son las más complejas para los
conductores ya que conllevan una desatención visual, auditiva, biomecánica y
cognitiva. Y ahora con un nuevo informe (ya en plena revolución del uso de los
teléfonos inteligentes) pone de manifiesto que esta tecnología, además de
provocar accidentes de forma directa, también limita la capacidad de reacción
de otros usuarios de la vía como los peatones.
El uso del móvil, además
de provocar accidentes de forma directa, también limita la capacidad de
reacción de otros usuarios de la vía como los peatones.
Uno de cada cuatro
conductores declara utilizar el móvil “a menudo” o “siempre” mientras conduce
(un 26%); un 50% de peatones también lo admiten, mientras que los motoristas
reconocen ser más prudentes: sólo un 8,7% hacen uso de él.
Ante la avalancha de
tecnología móvil, han surgido propuestas de todo tipo. La ciudad china de
Chongquing, por ejemplo, ha ideado un carril exclusivo donde los peatones que
no sean capaces de guardar el móvil en el bolsillo puedan pasear con toda
tranquilidad y seguridad. En nuestro país, en Murcia se instalaron hace unos
meses señales horizontales pintados al pasos de peatones para advertir de la
peligrosidad que supone utilizar el móvil o escuchar música con los auriculares
cuando se cruza una calle.
¿Te interesa este tema?
En la Revista del RACC del mes de diciembre puedes ampliar información además de consultar otros artículos
interesantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.