martes, 5 de enero de 2016

HONDA APUESTA POR LA SEGURIDAD VIAL DE LA MANO DE LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA




Cada año 1,2 millones de personas pierden la vida en accidentes de tráfico en todo el mundo, de los cuales un 90% se atribuyen a errores humanos en la conducción. Esta es una cuestión intrínseca a la movilidad moderna que tanto Honda como el resto de la industria de la automoción tratan de aliviar desde hace décadas de la mano de las más innovadoras tecnologías. La última tendencia es la conducción autónoma, incluso sin conductor, para la cual la Dirección General de Tráfico ha publicado, recientemente, un nuevo marco legal que ha convertido España en uno de los cinco primeros países europeos en legalizar la circulación de los mismos.

Frenar, esquivar obstáculos, comunicarse con otros vehículos…Los coches actuales incorporan ya todo tipo de tecnologías de seguridad activa cuyo objetivo es evitar despistes del conductor y reducir los accidentes en la carretera. Según un estudio del RACC, el club del automóvil catalán, si se instalaran los sistemas de frenada automática de emergencia en todos los coches, se evitaría uno de cada cinco accidentes de tráfico en España. Aunque la disponibilidad de estos sistemas de seguridad se duplicó de 2013 a 2014, la mayoría siguen siendo opcionales.

La automatización de la conducción es un área clave no sólo para reducir accidentes, sino también para alcanzar una gestión más eficiente del tráfico urbano, que contribuiría a reducir emisiones de CO2, a mejorar la calidad del aire y a hacer los desplazamientos más eficientes, cómodos y seguros para todos. De hecho, otro de los aspectos que hacen la investigación en este ámbito relevante es la ampliación de la libertad de autonomía de las personas con límites de movilidad personal.

Cuando la electrónica se alía con las TIC
La colaboración intersectorial es una de las características de la conducción del futuro y requiere en muchos casos del partenariado público-privado. El coche autónomo depende de la alianza entre las industrias de la automoción, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y los gobiernos.

Toshio Tokoyama, Ingeniero Jefe Senior en Honda R&D, señala las cuatro áreas tecnológicas clave del desarrollo del coche automatizado:

Localización: con mapas digitales, GPS, etc.

Reconocimiento del estado de la carretera: que recoge información sobre los elementos del entorno, como otros vehículos o peatones, a través de cámaras y radares

Planificación de trayectos: que analiza datos para identificar la ruta más eficiente

Control del vehículo: que incluye las tecnologías de seguridad activa
La herencia de ASIMO
Para avanzar en estas cuatro direcciones fundamentales, Honda cuenta con la ventaja de las décadas de investigación y desarrollo de su robot humanoide ASIMO, que también necesita sofisticados métodos de localización y control del entorno.

El coche inteligente es un coche conectado. Desde el año 2000, Honda se ha centrado en los sistemas de intercomunicación, orientados a cubrir los momentos de falta de atención por parte del conductor o de visibilidad deficiente. Más recientemente, Honda ha bautizado como Honda SENSING su sistema general de tecnologías avanzadas de seguridad que equipan la gama de la compañía y ha publicado también una hoja de ruta para el desarrollo de tecnologías de seguridad hasta 2020.

En el ITS World Congress Tokyo 2013, la Compañía mostró sus últimos avances en sistemas inteligentes de apoyo al tráfico y a la seguridad, basados en tecnologías de comunicación interactiva. Por ejemplo, el sistema de estacionamiento automático (automatic valet parking system), que permite aparcar el automóvil de modo autónomo al equipararlo con un sistema WI-FI y una cámara de visión trasera.

Funcionalidades del Honda Sensing
El año pasado, en el ITS World Congress celebrado en Detroit, Honda hizo una demostración de todas sus tecnologías de conducción automatizada, que combinan tres elementos clave: el sistema Honda SENSING; el sistema DSRC (Dedicated Short Range Communications), un sistema de comunicación de corta distancia que conecta el vehículo con datos emitidos por los smartphones de los peatones y ciclistas del entorno; y el crucero automatizado, que incluye entrada y salida y cambio de carril. La Compañía declaró de esta manera su intención de convertir en realidad la conducción automatizada en carretera en un futuro cercano.

El nuevo Honda CR-V lanzado este año fue el primer coche del mercado en incorporar un sistema de control de crucero predictivo inteligente: el i-ACC (Intelligent Adaptative Cruise Control), un sistema que reacciona automáticamente ante la incorporación de otros vehículos delante del nuestro que no respetan la distancia de seguridad.

Pero… ¿y el placer de conducir?
Los ingenieros de Honda se han asegurado de que, aunque con el tiempo lleguemos a la conducción totalmente automatizada, no se pierda el placer de conducir, uno de los valores fundamentales de la compañía. La diversión al volante seguirá siendo uno de los valores a ofrecer en los modelos Honda. Así, se combinará la seguridad y eficiencia medioambiental y de gestión del coche autónomo con la emoción de conducir de siempre.

Objetivo: cero colisiones
¿Llegaremos a tener en casa un coche inteligente que nos traslade sin tener que conducir? Aunque los interrogantes tecnológicos y legales se van resolviendo, los coches sin conductor aún tienen importantes problemas de adaptación al mercado. Un reciente estudio de la consultora McKinsey&Company prevé que estos problemas se superarán hacia el año 2030 y que el coche completamente autónomo se convertirá en el principal medio de transporte veinte años después, hacia el año 2050.


Hasta entonces, lo más importante es seguir desarrollando dispositivos de reconocimiento de posición equipados con sensores, radares y cámaras, que contribuyen a reducir los accidentes teniendo en cuenta la complejidad del tráfico urbano.

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