El RACC indicó que esta tecnología contribuiría a
reducir la accidentalidad en las carreteras a un ritmo superior al actual y
señaló que este dispositivo debería montarse como equipamiento de serie en los
vehículos nuevos.
El club automovilístico apuntó que el AEB ayuda a
evitar los accidentes identificando con antelación situaciones críticas y
avisando al conductor, al tiempo que reduce la gravedad de las colisiones que
no se pueden evitar frenando el coche de forma automática.
Este sistema evita las colisiones cuando se circula a
velocidades inferiores a 40 kilómetros por hora y sirve para anular posibles
distracciones del conductor cuando se circula en el tráfico urbano.
Según datos del RACC, si la frenada automática de emergencia
la hubiesen incorporado todos los vehículos en España durante 2014 se habrían
evitado el 20% de los accidentes y el 14% de los incidentes mortales.
Además, el 16% de las víctimas por accidente de
tráfico se habrían salvado, se habrían recortado un 14% las hospitalizaciones y
también se habría evitado uno de cada cuatro heridos leves por dichos
siniestros.
En este sentido, el club automovilístico señaló que
esta dispositivo hubiera permitido un ahorro de 1.172 millones de euros en 2014
en costes derivados de la accidentalidad, teniendo en cuenta las 272 víctimas
salvadas, los 1.331 heridos graves y los 29.720 heridos leves, así como los
433.749 choques sin víctimas.
No obstante, el RACC apuntó que en la actualidad los
vehículos que montan este sistema de seguridad representan el 4,2% del mercado
y, día de hoy, 23 marcas automovilísticas ofrecen esta tecnología en alguno de
sus modelos.
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