En España, las vías más peligrosas son las carreteras
secundarias. Anualmente fallecen miles de personas a causa de los accidentes de
tráfico. Por esta razón, la DGT se va a hacer cargo de uno de los mayores
problemas en los accidentes viales, los cruces sin visibilidad, implementando
señales de tráfico inteligentes.
En los últimos tiempos, la Dirección General de
Tráfico está prestando una especial atención a las carreteras secundarias ya
que, en 2015, el 73% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico
fallecieron en ese tipo de carreteras.
Las vías secundarias, en general, son peligrosas por
diversos motivos. Uno de ellos es la elevada cantidad de tráfico variado que
circula por ellas: coches convencionales, vehículos industriales y agrícolas,
ciclomotores e incluso ciclistas. Esta diversidad de vehículos causa estragos
en las cifras de los accidentes de tráfico y en los fallecimientos a causa de
estos.
Los cruces o los cambios de sentidos se realizan en un
plano diferente al de la circulación si se está en una autopista o autovía,
pero en una vía secundaria cualquier acción se realiza al mismo nivel. La
mayoría de ocasiones se dispone de una correcta visibilidad, así que la
operación se realiza con total seguridad a no ser que se cometa una
imprudencia; pero esto no ocurre en algunos momentos en los que un ángulo
cerrado o un obstáculo fijo impiden ver el tráfico que llega.
Lo que se quiere conseguir desde la Dirección General
de Tráfico es la desaparición de estas situaciones de alta peligrosidad y la
tensión que generan gracias a las ayudas tecnológicas. Unas señales
inteligentes estarán conectadas con paneles de presión y sensores de movimiento
para avisar a los conductores de cuándo puede haber tráfico cruzado en
situaciones de baja visibilidad.
El panel de presión reconoce en qué momento un
vehículo se encuentra parado ante un Stop obligatorio de cruce. Él mismo envía
una alerta a la señal de cruce de la vía rápida, indica a través de avisos
lumínicos la presencia de dicho vehículo y así obliga a extremar la precaución
ante la posible salida de éste.
En nuestras vías secundarias ya están siendo
implantados estos sistemas, además de ser objetos de una fuerte vigilancia de
las patrullas de tráfico que vigilarán tanto infracciones como exceso de
velocidad.
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