Por tipo de vehículo, casi 5 millones de turismos y
668.700 motocicletas estarían retrasando las revisiones por encima de los
plazos recomendados.
Un mantenimiento correcto reduce las probabilidades de
accidente, prolonga la vida del vehículo y disminuye el riesgo de sufrir una
avería.
El mantenimiento sigue siendo uno de las "asignaturas pendientes" del verano. Según la encuesta realizada por el Observatorio Español de Conductores DUCIT, elaborado por el RACE, a más de 3.400 automovilistas, el 22,5% de los usuarios no revisa el coche con la frecuencia recomendada por el fabricante, alargando los plazos de mantenimiento más de lo aconsejado, e incluso un 1,8% de usuarios reconoce no revisarlo nunca, lo que significa que más de 550.000 vehículos estarían circulando en malas condiciones. Además, el Barómetro de Averías del RACE ha analizado las incidencias mecánicas en carretera producidas en España durante las semanas que ha durado la ola de calor, detectando un aumento de casi el 60% del número de fallos respecto al mismo período del año anterior1.
Como venimos alertando desde hace meses en el RACE, en
España tenemos un parque cada vez más antiguo, con un gran número de vehículos
que circulan sin un mantenimiento correcto, y con una previsión de movilidad
que va en aumento, como muestran las previsiones de la DGT para este verano.
Además, y según el Barómetro de Averías, los vehículos sufren cada vez más
problemas mecánicos, lo que puede afectar al riesgo de sufrir un accidente. Muchos
de estos fallos se podrían evitar con una revisión para alertar de los posibles
desgastes, evitando situaciones de peligro.
Según los datos recogidos en el Observatorio Español
de Conductores - DUCIT sobre las respuestas de más de 3.400 conductores, el
22,5% reconoce retrasar los intervalos de mantenimiento por encima de lo
recomendado por el fabricante, lo que incluye la revisión periódica de
seguridad, niveles y mecánica, garantizándose el buen estado del vehículo y su
correcto estado de circulación. Si tenemos en cuenta el parque español, casi 7
millones de vehículos estarían circulando con un mantenimiento incorrecto, de
los cuales, más de 550.000 no han sido sometidos a revisión por parte de sus
propietarios, lo que puede incidir en un preocupante aumento del riesgo, sobre
todo cuando sometemos el vehículo a un esfuerzo como el que se produce en el
periodo estival.
Mantenimiento y antigüedad del vehículo
A medida que el vehículo se va haciendo viejo, el
propietario alarga los plazos de mantenimiento y la frecuencia de las
revisiones. Mientras el 83,9% de los que tienen un vehículo de menos de 5 años
sigue la frecuencia indicada por el fabricante, sólo el 55,3% de los que tienen
un vehículo de más de 15 años hace lo mismo, con un preocupante 5,4% que
confiesa no revisar nunca su coche. Si se mantiene esta tendencia, estaremos
ante el riesgo de repunte de la siniestralidad derivada de los fallos de estos
vehículos, en los que además no existen sistemas de seguridad activa y pasiva
(ABS, ESP, airbags...) que reduzcan la probabilidad de sufrir lesiones graves o
mortales entre sus ocupantes.
¿Quién realiza el mantenimiento, tanto el básico como
el mecánico?
Respecto al mantenimiento personal, a la hora de
revisar los elementos más básicos (niveles, neumáticos, luces), siete de cada
10 conductores realizan ellos mismos la labor de chequeo, y en dos de cada 10
casos esta revisión la hace un familiar o amigo.
En el caso de requerir un mantenimiento mecánico, en
el que el usuario opta por llevar su coche a un taller para una inspección en
mayor profundidad, el 45% elige un taller de barrio cercano, mientras que un
32,8% opta por el centro oficial de la marca, y un 14,3% por una cadena de
talleres.
¿Con qué periodicidad se realiza el mantenimiento
básico del vehículo?
El mantenimiento básico del vehículo incluye la
revisión de la presión de los neumáticos, el líquido limpiaparabrisas y del
nivel de aceite, lo que según DUCIT realizan más de la mitad de los conductores
al menos una vez cada tres meses. Por el contrario, los conductores reconocen
que lo que menos revisan, con intervalos de inspección por encima de los dos
años, es el estado y reglaje de las luces y el nivel del líquido de frenos, con
un 24,5% y un 28,2%, respectivamente.
Respecto a los neumáticos, un elemento muy importante
en la seguridad, un 12,4% de los usuarios revisa muy poco o nada la presión de
las ruedas, y 18,6% no presta atención al dibujo de la banda de rodadura, lo
que puede poner en riesgo la adherencia del vehículo, sobre todo en caso de
climatología adversa.
La falta de mantenimiento y su relación con las
averías
A raíz de la crisis, los conductores reconocen que ha
reducido las partidas presupuestarias en el mantenimiento del vehículo: uno de
cada cinco automovilistas ha reducido mucho o bastante sus gastos relacionados
con la revisión periódica del coche, y un 18,3% se ha visto obligado a retrasar
el cambio de neumáticos por motivos económicos. Este hecho ha incidido
directamente en el aumento de las averías. Así, uno de cada tres conductores ha
necesitado llevar su vehículo al taller por culpa de un fallo mecánico,
excluyendo las revisiones de mantenimiento. Por tipo de problema, destacan las
incidencias con el motor (31,9%), electricidad / electrónica (15,9%) o frenos
(11%).
Ayudas para la renovación y mantenimiento de los
vehículos
Pero si la falta de mantenimiento se une a la
antigüedad del parque, el binomio se convierte en un problema muy importante de
cara a la seguridad en carretera. Desde el RACE, además de animar a los
conductores a realizar un correcto mantenimiento del coche, consideramos
imprescindible continuar con las ayudas a la compra de vehículos, de manera que
se vaya renovando el parque por coches más seguros y ecológicos.
Asimismo, tanto los elementos de seguridad de un
vehículo como el propio mantenimiento y las piezas necesarias para un correcto
funcionamiento del coche creemos que deberían de tener un IVA reducido, al no
tratarse ninguno de ellos de bienes de lujo, si no de elementos imprescindibles
para la seguridad de los conductores y usuarios.
CONSEJOS A LA HORA DE REVISAR EL VEHÍCULO
Seguir el plan de mantenimiento recomendado por el
fabricante es la mejor garantía de prolongar la vida de nuestro vehículo,
mejorando su seguridad y reduciendo el riesgo de averías. Junto a estas
revisiones periódicas, y ante un desplazamiento de largo recorrido en el que
vamos a someter a nuestro vehículo a un esfuerzo mayor, debemos realizar
rápidos chequeos, teniendo en cuenta los siguientes puntos de control:
Comprobar el estado de los neumáticos, como la
profundidad del dibujo, y la presión de los mismos (sin olvidar la rueda de
repuesto). Hay que tener en cuenta la carga para ajustar la presión, y seguir
las recomendaciones del manual del vehículo.
Comprobar el nivel de líquidos: aceite de motor,
refrigerante, frenos, dirección... Es aconsejable llevar un poco de aceite en
el coche, por si es necesario rellenar el nivel.
Comprobar el estado de la dirección y frenos. Una
inspección visual para chequear su estado. En el caso de detectar alguna
anomalía, se debe acudir urgentemente a un taller para su revisión en
profundidad.
Comprobar el estado y ajuste en altura del alumbrado,
sobre todo si se va a conducir de noche, y se lleva el coche cargado. La
regulación se puede hacer normalmente desde el interior del vehículo, mediante
las distintas posiciones de ajuste. Así se evita deslumbrar al resto de
usuarios.
Para una revisión de tu vehículo, consulta este vídeo,
en el que un técnico mecánico del RACE da algunos consejos de mantenimiento:
https://youtu.be/w75s12Ssdtk
En el caso de detectar alguna anomalía en el vehículo
hay que acudir al taller para realizar una inspección más en profundidad. El
mantenimiento correcto del vehículo mejora la seguridad y la capacidad de
respuesta a la hora de reaccionar ante un imprevisto, respondiendo mejor ante
un incidente durante la ruta.
Además del chequeo del coche, debemos confirmar que
llevamos algunos elementos necesarios en caso de avería como: linterna / foco,
juego de lámparas, gato, tuerca de seguridad y llave por posible pinchazo (con
las herramientas), triángulos de pre-señalización de peligro, chaleco
reflectante y, por supuesto, el teléfono de contacto de la asistencia en viaje,
muy útil en el caso de precisar ayuda durante el viaje.
Una avería en carretera supone un problema y un riesgo,
tanto para el conductor como para los ocupantes durante el viaje. Por ello, un
vehículo correctamente mantenido y revisado mejora la seguridad, reduce las
probabilidades de sufrir un accidente por fallo mecánico, y responderá mejor
ante un incidente.
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