Si
estás pensando en comprarte un coche de segunda mano para ayudarte a descubrir
esos posibles fallitos.
1. Que necesitas
¿Haces muchos kilómetros mucho por carretera? ¿Necesitas
llevar a tus hijos y transportar muchas cosas? ¿Tienes que atravesar el campo?
¿Te preocupa el consumo?. Lo primero que tienes que pensar es que tipo de
vehículo necesitas. Prefieres un compacto, un utilitario, una berlina… Una vez
escogido esto, ya puedes centrarte en las marcas o modelos. ¿Te gustan los
coches potentes? ¿Valoras los elementos de seguridad? ¿Buscas un coche grande y
confortable?. Estas son algunas de las cosas que debes preguntarte antes de
decantarte por uno u otro modelo.
2. Leer es saber
Haz una investigación. Empieza a leer acerca de los
coches que más se ajustan a sus criterios. En nuestra página de noticias puedes
encontrar información sobre precios, modelos, fotos, consejos e informes sobre
multitud de modelos. Cuanta más información obtengas, más difícil será que te
intenten estafar.
3. Elegir entre un particular o una empresa especializada
Los talleres o redes de distribución de las marcas
siempre ofrecen mayores garantías de compra ante un vehículo con problemas o
con algún vicio oculto. Reclamar a un particular, siempre que haya un contrato
de por medio, es más difícil, caro y complicado.
3. Inspección exterior del coche
observar visualmente tu coche
Delante: Vigila los faros. Si uno parece más nuevo que el
otro, puede indicar que ha sido sustituido… posiblemente a consecuencia de un
golpe. Otro punto de inspección importante es la junta entre el parabrisas y el
techo, para comprobar que está totalmente recto y que no hay ondulaciones.
Lateral: Presta mucha atención a las puertas. Si no
cierran perfectamente es muy posible que hayan sido reparadas y el coche haya
tenido un golpe en esa zona. Un punto clave es la zona de las bisagras.
Comprueba que no haya soldaduras recientes o que la pintura cambia de tono (ha
podido sufrir un accidente). Si está desgastada en general, es posible que haya
pasado mucho tiempo a la intemperie, así que será fácil encontrarse con óxido y
gomas de plástico en mal estado.
Detrás: El maletero es una zona donde se pueden detectar
problemas graves, ya que al no estar a la vista, las posibles reparaciones son
más
Hay que fijarse que no haya soldaduras extrañas en la
zona de la rueda de repuesto. Conviene levantar la moqueta y las gomas de esa
zona para saber si el coche ha sido repintado, ya que indicaría un paso por el
chapista.
4. Inspección mecánica del coche
Los fallos mecánicos son más difíciles de detectar a simple
vista. Por suerte, ahora hay seguros que cubren fallos mecánicos en coches de
segunda mano (y que sirven de garantía en compra/venta de particulares).
5. Cuidado con los km que marca
Hoy en día es complicado que se falsifiquen los
kilómetros de un coche, ya que desde hace unos años, al pasar la ITV se apunta
el número de kilómetros que tiene el coche en el momento de la inspección.
También hay coches verificados por empresas independientes (que evalúan km y
estado mecánico), con los que no tendremos ese problema.
De todos modos, las agujas del motor dan pistas. Si
cuando el coche está parado no marca 0 revoluciones por minuto o 0 km/h, es
posible que las agujas hayan sido sacadas de su posición original (ocurre
también con otros indicadores, como la aguja de la temperatura, la presión del
aceite o el indicador del nivel de combustible).
Otros elementos como un volante o un asiento del
conductor muy gastados (y los mandos que más se usan, como los de ventanillas,
radio y aire acondicionado) pueden hacernos sospechar en un coche con pocos
kilómetros. Aquí entra en juego la calidad de los materiales empleados,
diferentes en cada marca y modelo, pero ante la duda siempre puedes comprobar
en qué estado se conservan los del mismo modelo de una antigüedad similar.
6. ¿Están los papeles en regla?
papeles-coche
En este punto, una gestión interesante es pedir un
informe extendido del vehículo a la DGT. Por muy poca cantidad de dinero (8
euros) puedes comprobar si el coche tiene algún embargo (el nuevo dueño sería
el responsable de levantarlo), si ha sido importado y el número de dueños
anteriores (que puede que no coincida con los datos que revela el vendedor).
Los trámites y documentación para transferir un coche son
realmente sencillos. Tan sólo es necesario un contrato de compra/venta, el
permiso de circulación, la tarjeta de la ITV y el recibo del último impuesto de
matriculación, además de los DNI de comprador y vendedor. Puede realizarse a
través de una gestoría o uno mismo en la dirección provincial de la DGT tras
pagar una tasa en Hacienda.
Aquí es realmente importante comprobar que tanto
matrícula como el número de bastidor coinciden con los que figuran en la
documentación. De no ser así, lo más probable es que se trate de un coche
robado.
7. Haz preguntas al vendedor
No dudes en preguntar al vendedor sobre todo lo que se
refiera al vehículo en cuestión. Cuantos dueños ha tenido, cómo lo han usado,
su historial mecánico, si ha tenido accidentes, cuanto consume, motivos de la
venta, etc. Cualquier información que obtengamos nos puede servir para tomar
una decisión en un sentido u otro o para intentar negociar el precio.
8. Prueba el coche antes de comprarlo
Aunque la revisión del coche es muy importante, al final,
solo conduciéndolo es cuando nos vamos a dar cuenta cómo funciona y cómo está
realmente ese vehículo. Circula por un recorrido que incluya ciudad y
carretera, para que puedas verificar el estado del motor, de las marchas, los
frenos, los amortiguadores, etc. Busca sonidos extraños y no dejes que el
vendedor ponga la radio o abra las ventanillas durante la prueba. No olvides
meter la marcha atrás, para tratar de probar el vehículo en el mayor número de
situaciones posibles.
Fuente:coches.com
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