No es fácil a simple vista comprobar si un
cuentakilómetros ha sido manipulado, aunque su importancia a la hora de comprar
un vehículo de ocasión es máxima, pues precio y edad van de la mano. Sin
embargo, el propio habitáculo puede mostrar indicios al conductor de que algo
no encaja.
No hace falta ser un CSI, simplemente un poco de
atención, mucha vista y sentido común. AutoScout24, consultora experta en
automoción e Internet, da las claves para evitar adquirir una aparente ganga y
con ella futuros problemas que nos obligue incluso a tener que comprar otro
vehículo en poco tiempo.
La labor detectivesca empieza en el asiento del
conductor. Desde esa privilegiada posición se puede revisar de un vistazo el
desgaste del volante, el pomo del cambio de marchas, los botones de la consola
central e, incluso, el propio asiento. ¿Desgaste de más? ¿Demasiado uso para la
edad “oficial” del vehículo? Otros elementos que pueden delatar la verdadera
antigüedad del vehículo son el tambor donde se inserta la llave tras el
volante, por si este tuviera cierta holgura, y los parasoles interiores si no
encajan en su hueco.
Analizando el maletero también se pueden conocer muchas
cosas, entre otras, el tipo de uso que se le ha dado al automóvil. La
plataforma internacional de VO AutoScout24 recomienda analizar el marco de
acceso, sobre todo de la parte baja, y su interior, tanto la alfombrilla por si
está muy desgastada y si los plásticos de las paredes laterales han recibido
muchos impactos. Más difícil, por encontrarse en el vano motor –espacio donde
se ubica el motor–, sería hallar la centralita y percatarse si los plásticos y
tornillos han sido manipulados.
Una estafa en toda regla
La manipulación del cuentakilómetros supone una estafa
penada con seis años de cárcel y, aunque no es una práctica habitual ni está
extendida entre los vendedores de vehículos usados, sí crea mala imagen en el
sector y desconfianza en el comprador. La cifra de kilómetros recorridos se
rebaja para aumentar el precio de venta del automóvil, mostrándolo como una
ganga, cuando en realidad no lo es.
Además, para la plataforma experta en VO, esta práctica
puede ser peligrosa en muchos sentidos, ya que el comprador no tendrá un
conocimiento real de cuándo ha de realizar las pertinentes operaciones de
mantenimiento, poniendo en riesgo la seguridad de los ocupantes del habitáculo
y del resto de usuarios de la vía. Sin estas revisiones se puede provocar,
además, una avería que comprometa la vida del automóvil, viéndose abocado el
propietario a buscar un nuevo vehículo en el mercado. Y tendrá también un mayor
impacto en el medio ambiente al carecer el motor y los sistemas de escape del
control que recomienda el fabricante.
Según el director general de AutoScout24, Gerardo
Cabañas, “el trucaje del cuentakilómetros supone un gran problema para el
sector. Una estafa que, sin embargo, no se incluyó en la última Ley de
Seguridad Vial, realizada por el actual Ejecutivo en mayo del año pasado, pese
a las múltiples peticiones realizadas desde asociaciones como Ganvam, aunque se
sigue insistiendo para que sea incorporada en futuras modificaciones de dicha
normativa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.