Una demanda histórica de la
Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM) que, por fin,
se hace realidad. Desde el pasado día 15 de enero, el kilometraje del vehículo
deberá constar en el permiso de circulación. El presidente de la entidad, que
representa a 4.600 concesionarios/servicios oficiales y 3.000 compraventas,
Juan Antonio Sánchez Torres, aplaude la puesta en marcha de esta medida por
parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) que concederá mayor
transparencia a la compraventa de vehículos de ocasión y contribuirá a luchar
contra algunas prácticas aisladas relacionadas con el trucaje del
cuentakilómetros.
Hasta la fecha, este tipo de
control sólo se realizaba en las estaciones de ITV, donde, desde el 1 de enero
de 2013, vienen anotando el kilometraje de los vehículos y se traslada
telemáticamente a la DGT para que conste en su informe del vehículo.
Ahora, se da un paso más con
la inclusión de estos datos en el permiso de circulación, algo que ayudará a
evitar posibles actos delictivos de trucaje de cuentakilómetros en los
vehículos de segunda mano. Esta infracción tiene como objetivo alterar el
precio del vehículo y obtener un lucro mayor en su venta. Esto es debido a que
el importe de un VO se determina no sólo por la antigüedad del vehículo, sino
también por su kilometraje. Cuanto menor
uso tenga, más valor tendrá. No obstante, no es una práctica generalizada ni
está extendida entre los vendedores de vehículos usados, pero crea mala imagen
en el sector y desconfianza en el comprador
Lo cierto es que la
manipulación de este dispositivo del vehículo supone una estafa penada con
hasta seis años de cárcel. Es tal su importancia que la Comisión Europea ha
incorporado este asunto a su agenda de trabajo. Además, desde Ganvam se hace
hincapié en que la manipulación del cuentakilómetros constituye un acto de
competencia desleal frente al resto de la inmensa mayoría de agentes que
trabaja honestamente conforme a las exigencias de ley.
Un peligro para la seguridad
vial
Esta picaresca delictiva
tiene consecuencias también para la seguridad vial. Si un conductor adquiere un
vehículo de segunda mano con el cuentakilómetros manipulado, es decir, con más
kilómetros realmente de los que se contabilizan, tendrá una idea equivocada
sobre el mantenimiento que requiere. ¿Cuándo cambiar los discos y pastillas de
freno por ejemplo? Si el kilometraje real del vehículo no se corresponde con la
lectura del cuentakilómetros el conductor, se pone en riesgo la seguridad del
conductor, sus acompañantes y otros usuarios de la red viaria.
Las implicaciones de una
estafa de estas características son también medioambientales, pues supone que
circulen por nuestras carreteras vehículos cuyas emisiones contaminantes no se
controlarán de manera efectiva hasta la siguiente inspección de ITV.
Sin embargo, a pesar de las
negativas consecuencias de un vehículo con el cuentakilómetros manipulado, aún
queda trabajo por hacer, como la inclusión de esta infracción como sanción
administrativa en la Ley de Seguridad Vial. Según el presidente de Ganvam, Juan
Antonio Sánchez Torres, “seguimos insistiendo en que se incorpore esta acción
delictiva en futuras modificaciones de la normativa, algo que no se llevó a
cabo en la última Ley de Seguridad Vial de mayo del año pasado, a pesar de la
importancia de proteger al consumidor y, especialmente, de garantizar unas
carreteras más seguras”.
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