La aplicación de este Plan Integral que se
inició el pasado día 12, ha supuesto un claro descenso en el número de
accidentes por el incremento en controles de velocidad con vehículos equipados
con radares móviles por las carreteras y pruebas de alcohol y drogas
Desde el aire las carreteras son vigiladas
por los 12 helicópteros de la DGT, 6 de ellos equipados con el radar Pegasus
Las sanciones van desde 100 € por
infracción mínima de velocidad a la vía penal, en caso de considerarse delito
la conducta denunciada con penas de prisión y privación del carnet
Desde la puesta en marcha el pasado día 12 del Plan Integral de vigilancia en carreteras
convencionales los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han
tramitado 80.270 denuncias por
infracciones relacionadas con los principales factores de riesgo de producción
de accidentes, de las cuales 48436 han sido por circular a velocidad superior a
la permitida. Además 1.134 conductores han sido denunciados por cometer más de
una infracción.
Esta
intensificación de la vigilancia en carreteras convencionales tiene como
objetivo principal reducir el riesgo de sufrir o provocar un accidente, más si
cabe, en una época del año en el que se incrementan los desplazamientos por
carretera, tanto de largo como de corto recorrido y las celebraciones con
familiares y amigos. Solamente el año
pasado, 940 personas fallecieron y otras 4.099 resultaron heridas graves en
accidentes de circulación ocurridos en este tipo de carreteras
GRADUACION
DE LAS SANCIONES
La
no observancia de las normas en un viaje concreto puede resultar de gran
gravedad, ya que el conductor detectado con un exceso de velocidad puede ser
sancionado con multa desde 100 a 600 € y la pérdida de entre 2 y 6 puntos. Si
además es sorprendido habiendo ingerido alcohol por encima de lo permitido
también será sancionado con 500 € y 4
puntos. 1.000 si es reincidente o dobla la tasa permitida y detracción de 6
puntos. La infracción por conducir habiendo consumido drogas es de 1.000 € y 6
puntos. Estas conductas también pueden, según el grado, convertirse en delitos
contra la seguridad vial, contemplados en el Código Penal con penas de prisión
y privación del permiso para conducir.
Durante
todo este mes, están circulando de forma intensiva, vehículos equipados con
radares móviles que van controlando la velocidad a la que se circula. Además,
cuando un conductor es detectado circulando a una velocidad superior a la
permitida es parado e identificado. También, los agentes, si lo consideran
necesario, realizan a los conductores infractores las pruebas de detección de
alcohol y drogas y proceden a la revisión de la documentación para comprobar
que tienen el permiso de conducir, la ITV y el seguro en regla.
Para
llevar a cabo este Plan, la DGT cuenta con 1.800 patrullas de agentes de la
Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a las que se suman otras 3.000
patrullas de la Guardia Civil de Seguridad Ciudadana, en servicio diario.
La
vigilancia desde el aire se realiza con los 12 helicópteros de los que dispone
la DGT, seis de ellos equipados con el sistema radar Pegasus que detecta desde
el aire no sólo las infracciones a los límites de velocidad, sino también,
adelantamientos antirreglamentarios, conductas temerarias, distracciones….
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