Los vendedores, que
celebraron hoy en Madrid una jornada sectorial sobre el futuro del sector y la
rentabilidad de la distribución, advirtieron que la recuperación del mercado
está ligada a la continuidad del plan al menos hasta que las mejoras de los
indicadores macroeconómicos se trasladen a la economía doméstica y el crédito
comience a fluir realmente; una realidad cada vez más cercana, sobre todo, tras
los resultados de los test de estrés, que sitúan a la banca española como la
más saneada de Europa.
Por esta razón, consideran
que la postura más idónea sería sacar adelante con cierta anticipación la
séptima edición del PIVE para evitar que se detenga esta inercia positiva de
las ventas, máxime cuando ya hay una partida aprobada a cargo de los
Presupuestos Generales del Estado del próximo año.
Para los vendedores, este
programa de incentivos está actuando no sólo como dinamizador del mercado sino
también como un elemento rejuvenecedor del parque, contribuyendo a retirar de
la circulación vehículos con una antigüedad media de 16 años, en un momento en
el que el parque suma más de 11 millones de coches por encima de los diez años,
con el efecto negativo que tiene para la siniestralidad y el medio ambiente.
Mejorar la calidad del VO
Esta creciente antigüedad
del parque tiene también correlación directa con el mercado de ocasión, donde
el vehículo mileurista protagoniza más de la mitad de las operaciones que se
llevan a cabo por su bajo precio y facilidad de pago al contado, lo que lo
convierte en un sector cualitativamente mejorable, aunque cuantitativamente sea
fuerte. Según las previsiones de Ganvam, este año se venderán alrededor de 1,7
millones de usados, alrededor de un 4% más, lo que supone que por cada coche
nuevo se venden dos de segunda mano.
En este sentido, una de las
medidas que contribuiría a incentivar el mercado de ocasión con vehículos más
jóvenes sería la inclusión en la próxima edición del PIVE de ayudas a usados a
cambio de la entrega de uno de más de diez. De esta forma, no sólo se
mantendría la filosofía de achatarramiento que inspiró el antiguo Plan Prever,
sino también su firme apuesta por el VO como alternativa de movilidad.
Junto al fenómeno del
mileurismo otra de las lacras que arrastra el mercado de ocasión es la
proliferación de la venta y reparación ilegal de vehículos en la vía pública.
Dado que la erradicación de estas prácticas es una demanda histórica que el
Proyecto del nuevo Reglamento General de Circulación recogía en su borrador
inicial pero que posteriormente se retiró, Ganvam ya ha formulado las
alegaciones correspondientes, además de tener abierta una ronda de
negociaciones al más alto nivel con el Ministerio de Industria o la Dirección
General de Tráfico.
Según la patronal de vendedores,
al prohibir expresamente la venta pirata por parte de pseudoprofesionales que
se hacen pasar por particulares –hablamos del 10% de las ventas en el canal
privado (unas 170.000 unidades anuales)- se terminará con un mercado negro que
genera al sector legalmente establecido unas pérdidas de más de 300 millones de
euros al año.
Por su parte, poner cerco a
la talleres que operan al margen de la ley supondrá aflorar más de 350 millones
de euros anuales que se defraudan a las arcas públicas en impuestos y cotizaciones
sociales, además de evitar al sector unas pérdidas que sólo en los últimos seis
años acumulan 3.500 millones de euros.
La reforma de la fiscalidad
del automóvil, otra asignatura pendiente
Durante su participación en
el encuentro, Ganvam recordó que la reforma de la fiscalidad del automóvil es
otra de las asignaturas pendientes en las que el sector trabaja conjuntamente
con la Administración para conseguir una tributación orientada a penalizar el
uso del coche en lugar de la compra, en línea con las directrices europeas, lo
que pasaría por eliminar el anacrónico Impuesto de Matriculación del que
actualmente están exentos más del 50% de los vehículos.
Esta revisión fiscal
contempla también la reforma del Impuesto de Circulación y su adecuación a
criterios medioambientales, así como la eliminación del Impuesto de
Transmisiones Patrimoniales para concesionarios y compraventas. Además, se
pretende una rebaja de la tributación a los conductores con coche de empresa y
la desgravación en el IRPF de las cuotas de renting para particulares, lo que
favorecerá el cambio de coche cada cuatro años, frenando el envejecimiento del
parque y ayudando a cumplir con el objetivo de la DGT de rebajar a siete años o
menos su antigüedad media para 2016.
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