Establecer la dirección del
coche es la más trivial de las tareas que tiene el volante del Porsche 919
Hybrid. Los pilotos de la categoría LMP1 que compiten con él en el Campeonato
del Mundo de Resistencia tienen un auténtico ordenador en sus manos.
Pueden
actuar sobre 24 botones e interruptores, así como sobre seis levas en la parte
trasera, para controlar el vehículo de competición más complejo que Porsche ha
construido hasta la fecha.
Aunque se le llame volante,
no es redondo sino un rectángulo plano. Su forma se debe al espacio que se
necesita para hacer el cambio de piloto en poco tiempo. Los pilotos altos, como
Mark Webber o Brendon Hartley, tendrían dificultades en acomodar sus largas
piernas con rapidez en caso de no ser así. Hay una pantalla grande en el
centro, donde el piloto puede ver multitud de información. Esa información
incluye la velocidad, la marcha engranada, la gestión de motor seleccionada y
la situación de carga de la batería de iones de litio (por ejemplo, cuánta
energía eléctrica hay disponible para mover el eje delantero). Este motor del
eje delantero suplementa al de combustión de cuatro cilindros y dos litros con
turbo que va conectado a las ruedas posteriores. El botón de control situado en
la parte superior izquierda se usa para seleccionar la información que queremos
que aparezca en la pantalla, mientras que los pilotos utilizan la rueda que va
junto a la zona que se sujeta con la mano derecha para graduar la luminosidad
del panel durante la noche. Idéntico botón, pero en el lado izquierdo, es el
que gradúa el volumen de la radio que comunica con el pit, y la cuarta rueda
giratoria de la parte superior derecha es la que varía el tiempo de intervalo
de funcionamiento del limpiaparabrisas.
Los botones y conmutadores
del volante han sido posicionados de forma cuidadosa en colaboración con los
pilotos, para facilitar su manejo a ritmo de carrera. Los botones usados con
más frecuencia están colocados en el borde superior, de tal forma que puedan
ser alcanzados fácilmente con el pulgar. El botón azul de la parte superior
derecha, que casi siempre se está utilizando, son ráfagas de luz, empleadas por
los rápidos prototipos para advertir a los coches más lentos del Campeonato del
Mundo de Resistencia antes de que sean doblados. Cuando pulsas una vez, da tres
ráfagas. Con luz diurna los pilotos mantienen el pulgar en el casi
permanentemente, ya que esa señal de ráfagas es más difícil de percibir que en
la noche.
El botón rojo de la parte
superior izquierda también se usa muy frecuentemente. Sirve para demandar
potencia eléctrica de la batería, lo que se conoce como "boost" o
“empuje extra”. Los pilotos lo pueden usar para adelantar, pero deben tener
claro que hay que racionar esa potencia adicional. La cantidad de energía por
vuelta está reglamentada. El criterio en Le Mans es que dispones de seis
megajulios para una vuelta. Las cantidades se adecúan para los circuitos más
cortos. La cantidad de energía que un piloto utiliza en mitad de una vuelta
para librarse del tráfico, no estará disponible después en las rectas.
Un poco más en el interior
de los lados derecho e izquierdo encontramos los pulsadores para ajustar el
control de tracción en los ejes delantero y trasero, así como los que
distribuyen el reparto de la frenada entre ambos. Estos (amarillos, azules y
rosas) no se emplean con tanta frecuencia.
Los botones naranjas
ubicados más hacia abajo hacen funcionar el sistema de bebida (el de la
izquierda) y colocan la caja de cambios en punto muerto (el de la derecha). El
rojo de la parte inferior izquierda es para el limpiaparabrisas, mientras que
el rojo de la zona opuesta activa el control de crucero para la velocidad
limitada en el pit lane.
En el centro están los
botones verdes para las comunicaciones de radio (en la izquierda) y para el OK
(en la derecha). Los pilotos usan éste último para confirmar que han realizado un cambio de configuración
que se les ha pedido a través de la radio. Para esos ajustes utilizan unos
mandos giratorios y, normalmente, sólo lo hacen en las rectas, pues necesitan
quitar una mano del volante.
Los dos mandos giratorios
denominados 'Multi' se corresponden uno con otro. El de la izquierda está
disponible para los ajustes ABC, mientras que el de la derecha se basa en
números. Los programas para la gestión del motor o del combustible se designan
con combinaciones del tipo A2 o B3. Otros tres mandos giratorios sirven para preseleccionar
el reparto de frenada, el control de tracción para condiciones de seco o mojado
y la estrategia del sistema híbrido.
Para hacer que los botones
se distingan más fácilmente en la oscuridad sus colores son fluorescentes y
responden a una lámpara de luz negra, que está situada por encima del casco del
piloto.
El volante está hecho de
carbono y la parte por donde se sujeta va cubierta de una goma antideslizante.
Gracias al sistema de dirección asistida los pilotos pueden girar sin ninguna dificultad,
incluso en las curvas muy cerradas. A través de las aberturas los dedos pueden
tocar seis levas colocadas en la parte posterior del volante. Las levas
centrales se utilizan para los cambios de marcha (tirando de la de la derecha
se suben marchas y haciéndolo en la izquierda se reduce). Las levas de la zona
más baja actúan sobre el embrague y su función es idéntica en ambos lados.
Dependiendo de si el piloto
está entrando en una curva a derechas o a izquierdas, puede decidir cual le
resulta más sencilla de accionar. La leva de la parte superior izquierda es
para la potencia extra momentánea (“boost”); el piloto puede usar ésta o el
botón descrito anteriormente, según sus preferencias. La leva de la parte
superior derecha es para iniciar la recuperación manual de energía. El tacto
que se siente es como si el freno de mano estuviera ligeramente enganchado, y
proporciona energía eléctrica a la batería, obtenida de la energía cinética.
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