En
sus 30 años de vida el Ibiza refleja el salto tecnológico en la concepción y
desarrollo de vehículos.
Con
desniveles de 60 y 90 grados y el asfalto desgastado, las cuatro generaciones
del SEAT Ibiza han recorrido el mítico Autódromo de Sitges-Terramar, un
circuito que se inauguró en 1923 con el primer Gran Premio de España y que se
encuentra en estado completamente original desde que dejó de usarse en los años
50. Desde el primer Ibiza que salió de fábrica en 1984 hasta el último diseño
del vehículo, la pista ha escenificado su historia con motivo de su 30
aniversario.
“Es
impresionante cómo ha evolucionado el sector del automóvil”, comenta delante de
las cuatro generaciones del Ibiza Isidre López, responsable de Coches
Históricos de SEAT. “El primer Ibiza fue una auténtica explosión de alegría de
diseño”, asegura. López recuerda que el desarrollo de este modelo fue el
primero “100% SEAT”.
Para
Teo García, responsable técnico del Ibiza en el Centro Técnico, que ha vivido
el desarrollo de las cuatro generaciones, la clave de éxito del primer Ibiza
fue “conseguir situarse en un segmento intermedio para ser un utilitario
dirigido a una familia tipo de la época, con dos adultos y dos niños, que
pudieran moverse por ciudad pero también realizar sus primeros viajes”. Su
diseño y el motor System Porsche también fueron los secretos que ayudaron a
lograr ser un éxito de ventas, según este ingeniero.
García
destaca que las nuevas tecnologías “han cambiado completamente la manera de
trabajar” el desarrollo de un vehículo. En la época del primer Ibiza “el primer
diseño se dibujaba a mano alzada en papel vegetal y a escala real” y, en cambio
ahora, todo es a través de “pantallas virtuales en tres dimensiones”, explica.
“Ahora cualquier cambio que se quiera hacer se modifica en un momento, pero
antes todo era muy artesanal y podía llegar a ser un rompecabezas”, recuerda.
La seguridad, el ahorro del combustible y la ecología son algunos de los
aspectos que más han cambiado a lo largo de las cuatro generaciones.
Tanto
Isidre López como Teo García coinciden en afirmar que el Ibiza ha conseguido
vender casi 5 millones de unidades en 75 países porque “se ha sabido adaptar a
las necesidades de cada momento”. “El diseño es un acierto en toda su
evolución”, añade García. López explica que el primero es “muy robusto y con
líneas muy marcadas” mientras que en las
siguientes generaciones las líneas “se han ido redondeando” hasta lograr un
SEAT Ibiza “muy deportivo”.
Ambos
están convencidos que todavía le queda mucha vida a este modelo. “El Ibiza vio
nacer la Nintendo, conoció la oveja clonada Dolly, ha vivido la fundación de
Facebook y el boom de las redes sociales…el Ibiza perdurará mucho más en el
tiempo”, vaticina García.
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