Después del rotundo éxito
del Cayenne, Porsche se aventura ahora con el Macan, el quinto modelo de su
gama con el que entrará a luchar en un segmento en pleno auge y que seguirá
creciendo a pasos agigantados: el de los SUV premium de tamaño medio. De hecho,
se espera que en los próximos diez años los modelos de esta categoría aumenten
su volumen de ventas en más de un tres por ciento en cada uno de ellos.
Así se entiende mejor que el
fabricante con base en Stuttgart haya multiplicado por tres la superficie de su
planta de Leipzig y duplicado el número de trabajadores para acoger la
producción completa del nuevo Macan. En esa planta también se realiza el
montaje final del Cayenne y el Panamera, pero no un ciclo completo como
ocurrirá ahora con el nuevo SUV compacto.
Las primeras unidades para
el mercado español se entregarán en abril y tendrán un precio de arranque de
63.153 euros en el caso del Macan S Diésel equipado con neumáticos todo-tiempo
que le permiten situarse en una franja inferior del impuesto de matriculación
respecto a la versión con la monta de serie, que se va a los 65.664 euros. El
Macan S de gasolina costará 68.175 euros mientras que el todopoderoso Macan
Turbo se dispara hasta los 93.102 euros.
Nuestra primera toma de
contacto con uno de los coches más esperados del año tuvo como base el centro
de relación con el cliente de la fábrica de Leipzig, el edificio en el que los
clientes que así lo desean (y que pagan un plus por ello) reciben sus vehículos
directamente desde la cadena de montaje.
En su circuito de velocidad
tuvimos la oportunidad de experimentar la diferencia prestacional de las dos
versiones de gasolina. Entre el Macan S (propulsado por un motor tres litros V6
biturbo de 340 caballos) y el Macan Turbo (con un 3.6 V6 biturbo de 400 CV bajo
el capó) se abre un abismo de sensaciones bastante profundo, tanto que incluso
nos entra la tentación de asegurar que los 30.000 euros que cuesta más el Turbo
están justificados sólo por eso. Sería exagerar porque el Macan S satisfará las
necesidades de los más exigentes, pero el poderío del Turbo, que pudimos
experimentar en las amplísimas autopistas alemanas, pone un puntito de emoción
que casi hace que nos olvidemos del precio.
También es brillante el
rendimiento del Macan S Diésel, y en este caso no sólo por la capacidad
prestacional del 3.0 V6 de gasóleo con sus 258 caballos sino, sobre todo, por
su increíble refinamiento a nivel de sonoridad y vibraciones. En este aspecto
no tiene nada que envidiar a los gasolina aunque, lógicamente, su sonido no es
tan excitante. A cambio, reduce el consumo de los V6 biturbo (que se mueven en
una horquilla entre los 8,7 y los 9,2) hasta los 6,1 litros de promedio que
logra con la monta de neumáticos más eficiente.
Dinámicamente el Macan está
al mejor nivel de la categoría, y más si completamos su dotación inicial con
los elementos opcionales que Porsche pone a disposición de su nuevo SUV: desde
la suspensión neumática autonivelante (novedad en el segmento) hasta el control
activo de par para el eje trasero o los frenos cerámicos. Todos, por supuesto,
incorporan un sistema de tracción total PTM que es capaz de variar el reparto
del par pasando incluso el cien por cien de la fuerza del motor a las ruedas
delanteras si fuese necesario.
Como armas todoterreno el
Macan cuenta de serie con un programa off road que adapta todos los sistemas
electrónicos a la conducción en campo (cambio automático, control de tracción,
sensibilidad del gas) y un efectivo control de descenso. Además, si montamos la
suspensión neumática opcional, dispondremos de cuatro centímetros más de altura
libre al suelo (de 19 a 23 centímetros), una ayuda interesante para atacar
zonas escarpadas.
El nuevo SUV de Porsche es
un todoterreno en toda la extensión de la palabra. No sólo porque es eficaz en
campo o en carretera (nos ha sorprendido el confort de suspensión que muestran
todas las versiones a la hora de rodar a ritmos legales) sino porque ante la
máxima exigencia deportiva no muestra las limitaciones que podríamos esperar de
un 'aparato' de casi dos toneladas. Y sus plazas traseras, adecuadas para dos
ocupantes pero no tanto para tres y los 500 litros de maletero completan un
conjunto muy utilizable en todas las circunstancias. Veremos si con todo ello
es capaz de desbancar al Cayenne como el modelo Porsche más vendido.
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