La aventura afronta su
última etapa, entre la capital rusa y Alemania
Los momentos culminantes más
recientes incluyen una parada en la mayor central eléctrica de Rusia y conducir
por una parte del Chuysky Tract, una de las carreteras más antiguas del mundo.
Los participantes del recorrido se tomaron un pequeño descanso en el Lago
Chany, un gran espacio de agua dulce en el que los locales dicen que vive un
monstruo marino devorador de hombres. Más hacia el oeste, el equipo de Mazda3
visitó las cuevas de hielo de Kungur, con sus crecientes cavernas y extrañas
formaciones de hielo. Cruzando los
Montes Urales desde Asia hacia Europa, pararon en dos de las fortalezas más
famosas de Rusia, en Kazan y Nizhny Novgorod, antes de llegar el sábado por la
tarde a la capital rusa. Allí se unieron al Festival de la Velocidad, la
réplica rusa al Festival de GoodWood, en Inglaterra. Y el convoy causó
sensación en el espectáculo deportivo de vehículos de este año, si no tanto en
la pista, sí que claramente cautivó los corazones de los 10.000 espectadores
que había en el complejo de deportes moscovita de Luzhniki. Evocó a la cálida
recepción que recibieron los participantes y coches del grupo de la travesía en
las fiestas a lo largo del camino que recorrieron los clubes locales Mazda3.
Considerando todos los
aspectos, todas las unidades del nuevo Mazda3 han resistido extremadamente bien
tras cruzar la mayor parte de Rusia por carreteras destrozadas o sin
pavimentar, con baches peligrosos y numerosos reventones de neumáticos. Incluso
con un episodio de gasolina contaminada y una roca del tamaño de una sandía que
no pudo parar al coche número siete.
El último grupo de
participantes se ha lanzado hoy a la carretera para empezar el séptimo tramo de
la travesía, que les llevará a los 2.500 km finales que pasan por tres
capitales europeas (Minsk, Varsovia y Berlín) antes de llegar al Salón del
Automóvil de Frankfurt, donde se van a exponer cuatro de los ocho coches
participantes.
Jerome de Haan, Director de
Relaciones Públicas de Mazda Motor Europa dijo: “Las dos cosas que nos parecen
más destacables de este viaje son, primero, lo bien que están funcionando los
coches en condiciones mucho peores de lo que podríamos haber esperado, y
también lo acogedora que ha sido la gente. A cada sitio que va el equipo de
Mazda3, la gente les sonríe y saluda, e incluso les aplauden. Los Mazda3 están
siendo una verdadera atracción.”
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