Un crossover japonés equipado
con un motor diésel y un cambio automático. Es casi el tipo de coche nipón que
más vemos por nuestras carreteras. Es bastante común, pero en este caso es un
Subaru. Y sabemos que la firma de Fuji Heavy Industries, por suerte, no hace
nada como los demás. De hecho, este Subaru Outback es casi algo inaudito en el
mercado, se trata del primer coche con motor bóxer diésel asociado a un cambio
automático de variación continua.
En Europa, Subaru es más
conocida por susImpreza STI que por el resto de su gama. Es así. Sin embargo,
en algunos mercados, como Suiza (su primer mercado europeo) el Reino Unido y
España, la marca goza de una buena reputación, la cual va más allá del genial
STI. En ambos mercados, el Forester y el Legacy Outback son las piedras angulares
de su éxito.
En el caso del Legacy Outback es aún más cierto en España, donde
la marca decidió importarlo como un modelo separado del resto de la gama
Legacy. Así que hablaremos del Outback, a secas.
El relativo éxito de estima
no siempre se traduce en ventas. En Europa, las ventas anuales están en torno a
las 43.000 unidades (estamos muy lejos de Estados Unidos con más de 336.000
unidades o de Japón con 177.722 unidades vendidas en 2012). Aún así, Subaru
hizo el esfuerzo de desarrollar un Outback con motor diésel y cambio automático
Lineartronic exclusivamente para Europa. Es la inédita combinación que tuvimos
oportunidad de probar recientemente, sin duda la más adaptada a la demanda
actual de nuestro mercado.
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