martes, 16 de abril de 2013

NUEVO PORSCHE CAYMAN, ELEGANTEMENTE POTENTE


El Cayman ha dejado de ser el Porsche 'pobre' para convertirse en un digno heredero de su hermano mayor el 911. Continúa eso sí siendo un biplaza, lo que le permite contar con dos espacios razonables de carga, uno delante bajo el capó de 150 litros y otro en la parte posterior,, dentro del habitáculo detrás de los respaldos delanteros entre la bandeja y la luneta trasera.



Sus formas son más musculosas y más angulosas, lo que aumenta su tronío. Crece la batalla en 6 centímetros y se pega al suelo 1 centímetro más con respecto a la generación anterior. Todo ello sólo creciendo apenas 3 centímetros en longitud. También ha aumentado el ancho de vía delantero cuatro centímetros para mejorar el trazado de las curvas.


Las dos versiones Cayman y Cayman S se diferencian estéticamente en que en la parte delantera el S tiene unas tomas de aire y todo el paragolpes en el color de la carrocería y en la parte trasera cuenta con una doble salida de escape. Además, las dos versiones cuentan con unas llantas específicas.

Ambas cuentan con un spoiler trasero que se acciona de forma automática a partir de 120 km/h y que también se puede accionar de forma manual. En esta generación, dicho alerón cuenta con una inclinación mayor que la que tenía su predecesor y que la que tiene su hermano el Boxter.



El Cayman está construido en aluminio y distintas aleaciones de aceros y boro que le confieren una mayor rigidez torsional (+ 40%) y que reducen el peso en hasta 30 kilos con la anterior generación. El Cayman pesa 1.310 kilos por los 1.320 de la versión S. Estos pesos, según Porsche, son más de 100 kilos más ligeros que sus rivales entre los que se encuentran el Audi TT, el Mercedes Benz SLK o el BMW Z4.

Habitáculo heredado


El habitáculo recuerda las nuevas generaciones de Porsche. De hecho, la columna central donde se encastra la pantalla táctil, los mandos de las funciones de audio, el navegador, el climatizador, la palanca de cambios, y los posibles modos de conducción es prácticamente idéntica a la del 911.

El puesto de conducción es cómodo y el acceso tampoco es complicado. El volante es distinto según las versiones. El Cayman cuenta con un volante con las levas situadas detrás, bastante incómodas y que son solidarias con el volante, la izquierda baja marchas y la derecha las sube.




En el Cayman S en cambio, las levas van incrustadas en el propio volante. Hay dos, a izquierda y derecha, y también son solidarias con el giro del volante. Sin embargo, cada una de ellas puede subir y bajar marchas. Esta opción es más cómoda porque no se pega con los dedos en la palanca del intermitente o del control de velocidad de crucero, por ejemplo cuando se usan las levas.

Motor central

El Cayman se caracteriza por la situación central del motor. Esto le confiere un reparto de pesos de un 46% en el eje delantero y de un 54% en el trasero. Reparto casi equilibrado que mejora la manejabilidad del coche y lo hace más ágil.



Porsche incorpora a este modelo el motor de seis cilindros boxer cuya cilindrada es de 3,4 litros. La firma alemana ha conseguido potenciar esta mecánica al mismo tiempo que consigue mejorar su eficiencia.

El Cayman gana 10 caballos hasta los 275 CV, y alcanza los 264 km/h de velocidad punta. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y homologa un consumo de 7,7 litros (1,4 litros menos que la generación anterior), lo que le lleva a emitir 180 gramos de CO2.

El Cayman S gana 5 caballos para alcanzar los 325 CV. Llega a 281 km/h de máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. Esta versión homologa un consumo de 8 l/100 km, lo que supone una reducción de 1,4 litros con el anterior Cayman S y emite 188 gramos de CO2 por kilómetro.



La mayor eficiencia de estos motores a pesar de su ganancia de potencia viene derivada de la introducción del sistema de arranque y parada automáticas en las detenciones, la recuperación eléctrica en las frenadas, una mejora en la gestión térmica del motor para que alcance antes su temperatura óptima, la dirección electromecánica y los soportes dinámicos de la transmisión cuya fricción es menor.

Y un factor determinante en el menor consumo que también hereda del 911, es la navegación a vela. Es un sistema a través del cual, al circular por autovía a una velocidad más o menos constante, motor y transmisión simulan una especie de punto muerto donde el propulsor gira a un régimen mínimo de 600 revoluciones (el Cayman llega a 8.000 vueltas) con el consiguiente ahorro de combustible. Este sistema es automático, funciona con el cambio manual de siete velocidades o con el automático PDK también de siete relaciones.

Impresiones al volante



Durante la presentación hemos tenido la oportunidad de hacer una ruta de 125 kilómetros con cada una de las dos versiones. Trayectos que incluían algún tramo de autovía y otros más largos de curvas, con asfaltos de todo tipo, bien y mal pavimentados con gravilla.

Las dos versiones probadas montaban el cambio automático PDK (el 95% de las ventas se hacen con este cambio en España, la caja manual tiene unas ventas residuales) y con el paquete Sport Chrono, que incorpora las funciones Sport Plus por la que mejora la respuesta del acelerador, motor, cambio y resta intrusividad al control de estabilidad.

Lo primero que hay que reseñar es que el Cayman es cómodo para ser un deportivo. Transitar por asfaltos en tan mal estado con la primera generación era un suplicio para los riñones; ahora no.



Segundo, a pesar de que hay 50 caballos de diferencia entre ambos, para un tránsito normal, la diferencia entre el Cayman y el Cayman S al circular por carreteras muy viradas sólo se aprecia en las recuperaciones con apoyo en curva en subida prolongada.

Tercero: el Cayman es un deportivo tremendamente dinámico, ágil y que se ha vuelto dócil. Permite una conducción alegre a gran velocidad en un tramo de curvas revirado y prolongado gracias a un chasis perfecto y a una dirección precisa que hacen que resulte difícil perder la trayectoria.

Cuarto: los frenos nos han sorprendido gratamente. No sólo porque detienen el vehículo con celeridad y estabilidad, sino porque no acusan el cansancio en un uso reiterado y continuo. Porsche explica que esto se debe a que ha optimizado el sistema de frenado dotándole de una mayor refrigeración y ha aumentado de diámetro los discos delanteros junto con la resistencia de las pinzas de freno.



Precio y principales rivales

El Cayman S parte de un precio de 57.461 euros, mientras que el Cayman S parte de 74.388 euros. Estos son los precios para las versiones manuales cuyas ventas no llegan al 5% en España.

Con el Cayman S sucede una cosa curiosa en nuestro mercado. La versión manual emite 206% gramos de CO2 por kilómetro por lo que está grabada al 14,75% en el impuesto de matriculación por lo que su precio final alcanza los citados 74.388 euros. Sin embargo, el Cayman S con cambio PDK emite 188 gramos de CO2 y tributa al 9,75% por lo que su precio final es sólo 185 euros más caro (74.583 euros), a pesar del pago del opcional de la caja de cambios.

En España, Porsche vende más Boxters que Cayman y el motivo no es otro que el dinero. El precio de salida del Boxter con cambio automático PDK es 57.100 euros, lo que resulta más unos 2.500 euros más barato que el Cayman a igualdad de equipamiento.

En cuanto a los rivales el BMW Z4 x35i automático parte de 57.000 euros con una potencia de 305 caballos, el Audi TTRS parte de 72.000 euros con 340 caballos; mientras que el Mercedes Benz SLK 350 con 305 caballos cuesta 59.000 euros. Si se opta por el SLK AMG de 421 caballos el precio sube a 85.000 euros.

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