Durante cinco décadas el 911 ha estado en el corazón
de la marca Porsche.
Pocos automóviles en el mundo pueden presumir de una
tradición y continuidad tan largas como el Porsche 911. Ha sido la inspiración
de entusiastas de los coches del mundo entero desde su debut como modelo 901 en
el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, en septiembre de 1963. Hoy
es considerado como el deportivo por excelencia, la referencia para el resto.
El 911 también es el punto central desde el que giran los demás modelos de la
gama Porsche. Desde el Cayenne al Panamera, cada Porsche es el automóvil más
deportivo de su categoría y todos ellos llevan parte de la filosofía del 911.Se
han fabricado más de 820.000 Porsche 911, lo que le convierte en el deportivo
de más éxito del mundo.
Para cada una de sus siete generaciones, los
ingenieros de Zuffenhausen y Weissach lo han reinventado una y otra vez,
demostrando la fuerza innovadora de la marca Porsche. El 911 reconcilia como
ningún otro vehículo contradicciones aparentes tales como deportividad y uso
práctico diario, tradición e innovación, exclusividad y aceptación social,
diseño y funcionalidad. No es de extrañar que cada generación haya escrito su
propia historia de éxito personal. Ferry Porsche fue quien mejor describió sus
cualidades inigualables: “El 911 es el único coche que puedes conducir en un
safari por África o en Le Mans, el único que puedes usar para ir al teatro o
entre el tráfico de la ciudad de Nueva York”.
Junto a sus líneas clásicas y todavía únicas, el
Porsche 911 se ha distinguido siempre por su avanzada tecnología. Muchas de las
ideas y tecnologías que se han estrenado en el Porsche 911 fueron concebidas en
las pistas de competición. El 911 está comprometido con las prestaciones desde
sus inicios y la competición es el laboratorio de pruebas más importante. Desde
el principio se ha sentido como en casa en los circuitos de todo el mundo,
donde se ha ganado una gran reputación como triunfador versátil y fiable. De
hecho, dos terceras partes de las 30.000 victorias de Porsche en competición se
deben al 911.
Cómo celebra Porsche el aniversario
Para Porsche el 50º aniversario de su icono deportivo
es el tema central de 2013. Hará una amplia variedad de acciones para celebrar
el aniversario, que comienzan con la exposición “Retro Classics” en Stuttgart.
Del 7 al 10 de marzo el Museo Porsche tomará protagonismo en este año del
aniversario con la exhibición de cuatro modelos especiales, uno de los primeros
911 Coupé Turbo, un prototipo de 911 Cabriolet de 1981, una versión de calle
del 911 GT1 de 1997 y una preserie del Type 754 T7. Este chasis, realizado por
Ferdinand Alexander Porsche, fue un hito en el camino del diseño hacia el 911.
La compañía también va a utilizar una unidad del 911
de 1967 para una gira mundial. A lo largo del año, este nueveonce clásico
viajará por los cinco continentes y se expondrá en lugares como Pebble Beach,
Shangai, Goodwood, París y Australia. Como embajador de la marca Porsche, este
veterano 911 estará presente en numerosos salones internacionales, rallyes de
clásicos y acontecimientos relacionados con la competición.Los aficionados y
personas interesadas pueden seguir las evoluciones del coche en
porsche.com/follow-911.
El Museo Porsche celebrará los “50 años del Porsche
911” del 4 de junio al 29 de septiembre de 2013 con una exposición especial que
recrea la historia y el desarrollo del nueveonce. En primavera, la propia
editorial del museo publicará una edición aniversario titulada “911x911”.
7 generaciones
El primer 911 (1963) – El Nacimiento de una Leyenda
Como sucesor del Porsche 356, el 911 se ganó el corazón de los entusiastas de
automóviles deportivos desde el principio. El prototipo fue desvelado en el
Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort de 1963
como 901 y, posteriormente, se renombró 911 para su
lanzamiento al mercado en 1964. Su motor bóxer de seis cilindros refrigerado
por aire tenía 130 caballos, lo que le permitía al modelo alcanzar una
impresionante velocidad máxima de 210 kilómetros por hora. Si alguien quería
tomarse las cosas con más calma, a partir de 1965 se podía optar también por el
Porsche 912 de cuatro cilindros. En 1966 Porsche presentaba el 911 S de 160
caballos, que era el primero en incorporar las llantas de aleación forjadas
Fuchs.
El 911 Targa, con sus distintivos arcos de acero
inoxidable, hizo su debut a finales de 1966 como el primer cabriolet seguro del
mundo. La transmisión semiautomática de cuatro velocidades Sportomatic se
introdujo en 1967. Con el 911T de ese mismo año y las variantes E y S
posteriores, Porsche se convirtió en el primer fabricante alemán que cumplía
las estrictas normas estadounidenses sobre control de emisiones de escape.
El Porsche 911 se fue haciendo más y más potente a
medida que aumentaba su cilindrada, inicialmente hasta los 2.2 litros (1969) y
más tarde a los 2.4 (1971). El 911 Carrera RS 2.7 de 1972, con un motor de 210
caballos y un peso por debajo de los 1.000 kilos, sigue siendo la
personificación de un coche de ensueño a día de hoy. Su característica “cola de
pato” fue el primer spoiler trasero del mundo en un vehículo de serie.
La Serie-G (1973) – La Segunda Generación
Diez años después de su estreno, los ingenieros de
Porsche dieron su primera renovación a fondo al 911. El modelo G se produjo
desde 1973 hasta 1989, más tiempo que ninguna otra generación del 911.
Destacaba por sus prominentes paragolpes de fuelles, una innovación diseñada para
cumplir con los últimos estándares de crash test en Estados Unidos. También se
mejoró la protección a los ocupantes al incorporar como equipamiento de serie
los cinturones de seguridad de tres puntos, así como los reposacabezas
integrados.
Uno de los hitos más importantes en la saga 911 fue la
presentación en 1974 del primer Porsche 911
Turbo, con un motor de tres litros de 260 caballos y
un enorme spoiler trasero. Con esa mezcla única de lujo y prestaciones, el
Turbo se convirtió en sinónimo de experiencia inigualable en Porsche. El
siguiente salto en prestaciones llegó en 1977 con el 911 Turbo 3.3 equipado con
intercooler. Sus 300 caballos le convertían en el mejor de su categoría. En
1983 el 911 Carrera atmosférico es reemplazado por el SC. Con un motor de 3.2
litros y 231 caballos llegó a ser una de las piezas favoritas para los
coleccionistas. Desde 1982 los entusiastas del aire puro también pudieron pedir
el 911 en versión Cabriolet. El 911 Carrera Speedster, lanzado en 1989, fue una
evocación del legendario 356 de los años cincuenta.
El 964 (1988) – Un Clásico Moderno
Justo cuando los expertos del automóvil estaban
prediciendo el final inminente de una era, en 1988 Porsche apareció con el 911
Carrera 4 (964). Después de quince años de producción, la plataforma 911 fue
renovada radicalmente al incorporar un 85% de nuevos componentes, lo que
proporcionó a Porsche un vehículo moderno y sostenible. Su motor bóxer, de 3.6
litros y refrigerado por aire, desarrollaba 250 caballos. Exteriormente el 964
se diferenciaba poco de sus predecesores:, salvo unos paragolpes de poliuretano
aerodinámicos y un spoiler trasero que se desplegaba automáticamente. Sin
embargo, el interior sí que era bastante distinto. El nuevo modelo fue diseñado
no sólo para cautivar a los conductores con su rendimiento deportivo, sino
también con un aumento en el confort. Contaba con ABS, Tiptronic, dirección
asistida y airbags, además de con un chasis completamente rediseñado, que
disponía de brazos de control de aleación ligera y muelles helicoidales en
lugar de la suspensión a base de barras de torsión del modelo anterior. Un
miembro revolucionario de la nueva línea 911 desde su lanzamiento fue el
Carrera 4 con tracción a las integral. Junto a las versiones Carrera Coupé,
Cabriolet y Targa, a partir de 1990 los clientes también podían solicitar el
964 Turbo. Inicialmente estuvo propulsado por un motor bóxer de 3.3 litros,
pero en 1992 el Turbo recibió una mecánica más potente, de 3.6 litros y 360
caballos. Hoy, los 964 Carrera RS, 911 Turbo S y 911 Carrera 2 Speedster están
especialmente cotizados entre los coleccionistas.
993 (1993) – Los últimos Modelos con Refrigeración por
Aire El 911 con el número de código interno 993 sigue siendo el verdadero amor
de muchos conductores de Porsche. Su agradable diseño tiene mucho que ver en
esto. Los paragolpes integrados subrayan la suave elegancia de su estilo. La
sección frontal está más inclinada hacia abajo que en los modelos anteriores,
debido al cambio de los faros redondos por unos ligeramente ovalados. El 993 se
ganó rápidamente una gran reputación por su excepcional fiabilidad. Con un
chasis de aluminio nuevo, también era ágil, como el primer 911. Su versión
Turbo fue la primera en tener un motor biturbo, un sistema de propulsión para
automóviles que conseguía los valores de emisiones más bajos del mundo en 1995.
Las llantas de aluminio de radios huecos, que nunca se habían utilizado
anteriormente en ningún coche, fueron otra innovación para la versión Turbo de
cuatro ruedas motrices. El Porsche 911 GT2 estaba dirigido a los puristas de
los coches deportivos que apreciaban las emociones de la alta velocidad. Un
techo de cristal eléctrico que se deslizaba por debajo de la luneta trasera era
una de las innovaciones del 911 Targa. Pero la verdadera razón por la que los
entusiastas de Porsche siguen venerando al 993 es porque este modelo, producido
desde 1993 hasta 1998, fue el último 911 con un motor refrigerado por aire.
El 996 (1997) – Refrigerado por Agua
El 996, que se fabricó entre 1997 y 2005, supuso un
punto de inflexión en la historia del 911. Mantenía todo el carácter de su
herencia clásica, pero era un automóvil completamente nuevo. Esta generación,
Porsche Ibérica, S.A.
rediseñada por completo, fue la primera propulsada por
un motor bóxer refrigerado por agua. Gracias a sus culatas de cuatro válvulas
por cilindro lograba 300 caballos de potencia y abría nuevos caminos en
términos de reducción de emisiones, ruidos y consumo de combustible. El diseño
exterior fue una reinterpretación de la línea clásica del 911, pero con un
coeficiente de resistencia al viento menor (cW 0,30). Las formas del 996
eran también el resultado de compartir diversos
componentes con el Boxster, un modelo de éxito para Porsche. Su característica
exterior más obvia eran los faros con intermitentes integrados, un elemento que
resulto controvertido al principio y que más tarde copiaron otros muchos
fabricantes. En el interior los conductores se encontraban con un habitáculo
totalmente nuevo. El confort de conducción jugaba ahora también un papel más
destacado, junto a las características deportivas típicas. Con el 996 Porsche
lanzó una ofensiva de producto sin precedentes, con toda una serie de nuevas variantes.
El 911 GT3 se convirtió en una de las estrellas de la gama en 1999, y mantuvo
viva la tradición del Carrera RS. El 911 GT2, el primer coche equipado de serie
con frenos cerámicos, fue comercializado como un vehículo deportivo extremo a
partir de finales de 2000.
El 997 (2004) – Clasicismo y Modernidad
En julio de 2004 Porsche desveló la nueva generación
de los modelos 911 Carrera y 911 Carrera S, conocidos internamente como 997.
Los faros ovalados transparentes, con los intermitentes separados en el faldón
delantero, era un retorno visual a los antiguos 911, pero el 997 ofrecía mucho
más que estilo. Era un vehículo de altas prestaciones que disponía, por un
lado, de un motor bóxer de 3.6 litros que desarrollaba 325 caballos de potencia
y, para el Carrera S, de un 3.8 con unos increíbles 355 CV. El chasis también
experimento notables avances y el Carrera S estaba equipado de serie con el
sistema Porsche Active Suspension Management. En 2006 Porsche introdujo el 911
Turbo, el primer automóvil con motor de gasolina de producción en serie que
incluía un turbocompresor con turbina de geometría variable. Una actualización
del modelo a finales de 2008 hizo al 997 aún más eficiente, gracias a la
inyección directa de combustible y a una transmisión de doble embrague. Nunca
antes había tenido el 911 tantas opciones que permitieran adaptarlo al gusto de
cada conductor. Con los Carrera, Targa, Cabriolet, tracción trasera o integral,
Turbo, GTS, modelos especiales y versiones de carretera de los GT de competición,
la familia 911 quedaba compuesta por nada menos que 24 variantes.
El 991 (2011) – Refinado por la Experiencia
Este coche, conocido internamente como 991, representa
el mayor salto tecnológico en la evolución del 911. Referencia ya en su
categoría durante décadas, la nueva generación del 911 eleva las prestaciones y
la eficiencia a niveles superiores. Una suspensión completamente renovada,
mayor distancia entre ejes, vías más anchas, neumáticos mayores y una ergonomía
interior optimizada, consiguen que la conducción sea todavía más deportiva y
confortable. Técnicamente el 911 es el paradigma del concepto
Porsche
Intelligent Performance (Prestaciones Inteligentes de Porsche), es decir,
consumo de combustible aún más bajo y prestaciones superiores.
Esto se debe en
parte a la menor cilindrada del modelo Carrera básico, que tiene 3.4 litros
pero desarrolla 5 caballos más, y a su sistema de construcción híbrido en el
que se mezclan el acero y el aluminio, con lo que se reduce significativamente
el peso en orden de marcha. Otras innovaciones son el Porsche Dynamic Chassis
Control (PDCC) y la primera transmisión manual del mundo de siete velocidades.
El diseño del 991 también ha recibido el reconocimiento de la crítica. Con su
silueta plana y alargada, sus excitantes contornos y la precisión en los
detalles, la séptima generación del Porsche 911
Carrera sigue siendo indiscutiblemente un 911 que, una
vez más, ha conseguido redefinir los estándares en el diseño de automóviles.
Éste es el mejor 911 de todos los tiempos… hasta la próxima generación.
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