Desarrollado conjuntamente
con Mitsubishi, el Peugeot 4008 llegó al mercado el pasado mes de septiembre,
dos años después de que lo hiciera el ASX del fabricante japonés con el que
comparte plataforma y con el mismo motor Diesel de 1,8 litros y 150 CV que
monta el propio ASX.
Ahora, Peugeot introduce en el 4008 una interesante
variante también Diesel de 1,6 litros de cilindrada, un motor de desarrollo
propio con revisiones previstas cada 15.000 kilómetros y que no está disponible
en el modelo de Mitsubishi.
Entre sus atractivos, está
un precio de salida 2.000 euros por debajo del 1.8 de 150 CV, un nivel de
prestaciones no muy alejado de aquél y unos consumos mucho más ajustados,
anunciando un valor medio de 4,9 l/100 km, 0,7 litros menos que el 1.8. Una
opción por tanto muy a tener en cuenta, toda vez que el rendimiento que exhibe
a sus mandos permite moverse con similar capacidad dinámica que el más potente
Diesel de 150 CV. Lógicamente, hay diferencias cuando apuramos en uno u otro el
régimen de giro de cada motor, pero circulando a medio régimen el resultado no
está muy lejos.
Cuesta 2.000 euros menos que
el 1.8 de 150 CV, pero por rendimiento y agrado el motor 1.6 HDi encaja a la
perfección en el 4008
Será sin duda una versión
que soporte mayores ventas en la gama, ofreciéndose de momento sólo en versión
de 4 ruedas motrices. Al ponerlo en marcha, la rumorosidad parece ser algo
menos acusada que en el 1.8 HDi, iniciando la marcha con mucha suavidad gracias
a una respuesta progresiva desde muy bajos regímenes de giro y a un peso del
conjunto muy contenido, 1.500 kilos, proceso en el que se ha trabajado a conciencia
para situar al 4008 como uno de los SUV de tracción total más ligeros. Así, la
capacidad de empuje del motor de 1,6 litros permite moverse con soltura desde
los primeros metros, respondiendo con suficiencia a medio régimen para mantener
ritmos elevados sin dificultad.
Sólo cuando le exigimos
fuertes aceleraciones en adelantamientos un tanto comprometidos se echa en
falta un mayor empuje en la zona alta, algo que sí ofrece el motor 1.8 de 150
CV. Pero para mantener en desplazamientos muy largos una conducción eficiente,
con cruceros en torno a los 140 km/h de marcador y consumos ajustados, el 1.6
HDi rinde de forma muy satisfactoria. Sólo el tacto de la palanca del cambio
empaña ligeramente un producto en general muy logrado. Y eso que la caja de cambios
de esta versión no es de origen Mitsubishi, sino PSA, pero en su adaptación se
ha perdido ese tacto suave que caracteriza en general a las cajas de cambio de
los diferentes modelos del grupo francés, como el compacto 308 o la berlina
408, en ambos casos disponibles con el mismo motor 1.6 HDi y en los que el
manejo del cambio resulta más agradable.
Alfonso Aguilera/Vozpópuli
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