Alberto Santonja, profesor de la Universidad Politécnica,
que se autodefine como artista del Renacimiento, haya hecho su personal visión
sincrética de ambos elementos con su trío de damas: las Damas del Motor.
Se trata de tres esculturas, inspiradas en la Dama de
Elche, hechas con materiales reciclados de bólidos de Fórmula 1 y de motos de
carrera, que "buscan la simbiosis entre el arte tradicional y la
tecnología", dice Santonja.
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Las tres se expusieron en la Galería Wanson del Hotel
Westin de Valencia el pasado mes de julio y esta semana salen de nuevo a la
calle con motivo del Gran Premio de Motociclismo. Estarán en la Joyería
Argimiro Aguilar hasta el día 21 de noviembre, con algunas variantes respecto a
las originales. "Igual que los bólidos hacen adaptaciones para cada
circuito y circunstancias, mis obras también se han modificado", indica
Santonja. "En esta ocasión servirán de soporte a exquisitas joyas, últimas
tendencias en joyería. Se unen así el arte, la tecnología, exclusividad,
tradición y diseño en un mismo espacio".
Materiales reciclados
Elaboradas con materiales reciclados, Santonja ha creado
estas obras escultóricas que "entroncan con la tradición ibérica y son una
muestra de estas reminiscencias iberas, pero con un valor añadido, y que son
capaces de unir el arte tradicional con el más moderno".
A partir de las piezas ya en desuso de los coches de
Fórmula 1 o de las motos de carrera, ha modelado tres esculturas. Son la Dama
de la F1, la Dama de la Moto GP y la Dama del Dakar. "Son damas del siglo
XXI que incorporan elementos mecánicos pertenecientes a los bólidos que tras
finalizar su vida útil quedan descontextualizados en forma de ornamentos en las
esculturas en perfecta sintonía. Todas han sido construidas sobre materiales de
Fórmula 1 y de los que se emplean en las carreras", asegura Santonja.
Homenaje a la Dama de Elche
"Con cada una de las damas, he tratado igualmente de
realizar un homenaje a los circuitos más emblemáticos y populares de la
velocidad", dice Santonja. "Así, una de ellas aparece vestida con un
traje de inspiración fallera en recuerdo del circuito valenciano; una segunda,
con traje andaluz por el circuito de Jerez; y la tercera, he querido plasmarla
como una reina mora, por el Dakar", afirma Santonja.
Para este artista y profesor, "la impronta de la
cultura ibérica ha quedado muy arraigada en toda la península por su arte y la
Dama de Elche es una obra de culto, desde su mismo origen. Piezas que de un
modo u otro han sido un claro referente de influencia a posteriores artistas a
lo largo de la historia del arte y no solo ha dejado su huella en este campo,
también en la cultura y en la tradición de la civilización hispánica, y, por
ello, creo que esa pieza merecía este homenaje".
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