El Mercedes SLS AMG Cupé Electric Drive es la versión
eléctrica del famoso alas de gaviota de la firma alemana. Y sí es completamente
eléctrico.
Lleva cuatro motores eléctricos asociados a cada rueda mediante
palieres. Y para aquellos que piensen que un vehículo eléctrico no es potente,
este SLS eléctrico da la friolera de 751 caballos y ofrece un par (la fuerza
que el motor transmite a las ruedas motrices) de mil newtons metro, una
barbaridad.
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Y además acelera de 0 a 100 kilómetros hora en 3,9
segundos y su velocidad máxima está limitada a 250 kilómetros por hora. Los
datos son realmente buenos ya que el SLS GT con motor de combustión ofrece una
potencia de 591 caballos, tiene un par de 650 newtons metro y una aceleración
de 0 a 100 km/h de 3,7 segundos.
Mercedes asegura que la autonomía del superdeportivo
eléctrico es de un máximo de 250 kilómetros aunque todo dependerá del tipo de
conducción que se haga. También recomienda instalar en casa un sistema de
recarga rápida. Con él, la carga se realiza en tres horas. Si se hace en un
enchufe normal, la carga tarda 20 horas. Vamos que si lo usa usted un día, al
siguiente se queda cargando.
Este alas de gaviota tiene un cambio automático e
incorpora tres modos de conducción Comfort, Sport y Sport Plus. Los motores no
van ensamblados al lado de cada rueda sino que se sitúan en la parte central
del chasis. Cada uno de ellos puede girar hasta un máximo de trece mil
revoluciones por minuto y pueden actuar de forma independiente. Esto ayuda al
control de estabilidad, sobre todo, en los cambio bruscos de dirección. Los
frenos son de fibra de carbono con un revestimiento cerámico.
El eléctrico es algo diferente del SLS con motor de
combustión y cuenta con colores específicos. En el interior se ha sustituido el
cuentarrevoluciones por una pantalla con información sobre la carga de la
batería, la cantidad de energía regenerada o las necesidades de energía en función
de la conducción.
El precio es elevado, 434.000 euros. Y ustedes se
preguntarán también como ruge el motor. Pues no ruge. Al ser eléctrico no hay
sonido. Sin embargo, Mercedes ha incorporado un sonido artificial que varía en
función de si se acelera a fono o si se frena. No es lo mismo que el motor de
combustión pero es mejor que nada.
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